«Las dificultades económicas han causado una importante dislocación social, y demasiados han vuelto a la pobreza», dijo Abebe Aemro Selassie, jefe del departamento de África del FMI.
“Se prevé que el número de personas en situación de pobreza extrema en el África subsahariana haya aumentado en más de 32 millones”, dijo.
El África subsahariana se ha quedado rezagada hasta ahora en el despliegue mundial de vacunas.
El FMI advirtió que los límites al acceso a las vacunas y el espacio de políticas estaban frenando la recuperación a corto plazo, y pidió a los países ricos que intensifiquen el acceso a vacunas vitales y pongan financiamiento a disposición de África.
Los pronósticos del FMI estiman que para la mayoría de los países, el costo de vacunar al 60 por ciento de la población requerirá un aumento del 50 por ciento en el gasto en salud. El desembolso adicional podría superar el 2 por ciento del PIB en algunos países.
El fondo estima que África subsahariana se recuperará con creces de la contracción del 1,9 por ciento que experimentó en 2020, el peor año registrado, con un crecimiento acelerado del 3,4 por ciento este año.
Pero en muchos países, “los ingresos per cápita no volverán a los niveles previos a la crisis hasta 2025”, advirtió el FMI.
Según Selassie, los países de la región se han visto afectados por un “trilema” de riesgos relacionados con la pandemia que incluyen el aumento de las necesidades de desarrollo en el gasto en salud e infraestructura, el aumento de los niveles de deuda y la imposibilidad de los gobiernos de recaudar más impuestos.
Mientras tanto, otros factores como el acceso a financiamiento externo, la inestabilidad política, la seguridad interna o los choques climáticos podrían poner en peligro aún más la recuperación.
Por el lado positivo, el fondo señala que un suministro o lanzamiento de vacunas más rápido de lo previsto podría impulsar las perspectivas de la región a corto plazo.