Las instituciones financieras de desarrollo de los siete principales países industrializados (G7) del mundo han aprobado una inversión de más de $ 80 mil millones durante los próximos cinco años en empresas africanas. La iniciativa tiene como objetivo apoyar a las economías más afectadas por la crisis y estimular la recuperación económica y el crecimiento sostenibles en África.
Para estos bancos de desarrollo y sus socios, como el Banco Europeo de Inversiones, la Corporación Financiera Internacional (CFI), el sector privado africano tiene un papel importante que desempeñar en la creación de empleo, que es esencial para asegurar el crecimiento económico del continente. Los fondos se destinarán a sectores prioritarios como la salud, como parte de la lucha contra el covid-19, o la financiación de proyectos verdes.
La inversión anunciada «llega en un momento crucial en el que el continente está recuperando su economía, gravemente afectado por el covid-19», subraya el grupo británico CDC en un comunicado oficial. Se produce cuando el África subsahariana, según estimaciones del FMI, se enfrentará a una necesidad adicional de alrededor de 425.000 millones de dólares para 2025 para impulsar el gasto y garantizar una recuperación sostenible en el continente.