Las pruebas realizadas en el Institut Pasteur han detectado en las muestras analizadas la bacteria Neisseria meningitidis, una de las más frecuentes en este tipo de grandes brotes, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha enviado un primer equipo de ayuda para responder a la emergencia, por ahora en la zona de Banalia, la más afectada, y en Kisangani, la capital provincial.
La directora de la OMS para África, Matshidiso Moeti, ha recordado que «la meningitis es una infección seria y un gran reto de salud pública», por lo que es necesario «moverse rápido» para intentar contener el brote lo antes posible. Más de cien pacientes reciben tratamiento en sus domicilios o en centros médicos de Banalia.
La meningitis, transmitida por las vías respiratorias, afecta principalmente a bebés, niños y jóvenes. En 2016, más de 1,6 millones de personas de entre uno y 29 años fueron vacunadas en una campaña masiva llevada a cabo en Tshopo, que se encuentra dentro de un cinturón que se extiende por 26 países y que es especialmente proclive a este tipo de brotes.
Kisangani ya sufrió en 2009 otro brote, aunque entonces se confirmaron 214 enfermos y 15 fallecidos, lo que implica una tasa de mortalidad considerablemente inferior a la registrada ahora.