Al inaugurar la Conferencia Económica Africana que comenzó el 2 de diciembre, el presidente José María Neves de Cabo Verde, el país anfitrión del evento organizado conjuntamente por el Banco Africano de Desarrollo (BAfD), la Comisión Económica para África (CEPA) y el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), pidió más financiamiento adicional para que África tenga éxito en la recuperación posterior a la covid-19.
«Existe una necesidad urgente de repensar el modelo de financiamiento para el desarrollo en África, dirigiendo los objetivos hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y los de la Visión 2063 de la Unión Africana. África por sí sola no puede encontrar los recursos para financiar las respuestas a las principales crisis causadas por la pandemia de COVID-19 y el cambio climático. Es necesario encontrar soluciones de financiación complementarias que tomaría la forma de inversión extranjera directa y conversión de deuda», dijo el presidente Neves.
Una declaración que resume la esencia de los temas que se abordarán durante esta reunión. En términos de salud, África ha registrado 8,5 millones de casos de covid-19 en comparación con todo el planeta (244,5 millones) y 221.000 muertes en comparación con los 4,9 millones de víctimas en todo el mundo.
Pero algunos países de la región han experimentado tasas de morbilidad más altas, como Sudán, donde el número de muertes representa el 7,5% de los casos. Además, las consecuencias de la pandemia han sido las mismas en África hasta el punto de que las medidas de contención han impactado a millones de personas que a veces no son identificables, porque operan en el sector informal, pero que necesitan sus actividades cotidianas para sobrevivir. Por otro lado, los países enfrentan inflación en sus economías, que es impulsada por una escasez de oferta, no por una mayor disponibilidad de dinero.
Ante este doble problema, los gobiernos africanos han comprometido recursos equivalentes a 480.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, los países del G20 pudieron inyectar hasta 8450.000 millones de dólares, según cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En los próximos días debatirán cuestiones como la digitalización al servicio de la financiación para el desarrollo, así como la cuestión de los flujos financieros ilícitos y el peso negativo que tienen sobre las economías africanas. También examinarán cuestiones sobre el nuevo endeudamiento de África.