La Organización Mundial de la Salud informó ayer que la República Democrática del Congo ha declarado el fin del decimocuarto y último brote de ébola que se registraba en la región desde que apareciera por primera vez en el país en 1979. Los seis últimos brotes se han producido desde 2018.
En el comunicado de la OMS se informa que había cuatro casos confirmados de ébola y un caso probable, todos ellos fallecidos. Este brote fue el tercero en la provincia de Equateur, noroeste del Congo.
«Gracias a la enérgica respuesta de las autoridades nacionales, este brote se ha cerrado rápidamente con una transmisión limitada del virus», dijo Matshidiso Moeti, director regional de la OMS para África
Según la OMS, en el brote que acaba de terminar se vacunó a un total de 2.104 personas, incluidos 302 contactos y 1307 trabajadores de primera línea.
Para facilitar el despliegue de la vacunación, se instaló en Mbandaka un congelador de cadena ultrafría que permitió almacenar localmente y de forma segura las dosis de vacunas y entregarlas de forma eficaz.
«África está viendo un aumento del ébola y otras enfermedades infecciosas que saltan de los animales a los seres humanos impactando en grandes áreas urbanas», dijo el Dr. Moeti.
Tras señalar que se han aprendido «lecciones cruciales» de los brotes anteriores y que se han aplicado para desplegar una respuesta al ébola cada vez más eficaz, el Dr. Moeti subrayó que: «Tenemos que estar cada vez más atentos para asegurarnos de que detectamos los casos rápidamente. La respuesta a este brote demuestra que si reforzamos la preparación, la vigilancia de la enfermedad y la detección rápida, podemos ir un paso por delante».
Aunque el brote de Mbandaka se ha declarado terminado, las autoridades sanitarias mantienen la vigilancia y están preparadas para responder rápidamente a cualquier brote.