Presente en la Asamblea Nacional para el tradicional discurso a la nación previo a la sesión presupuestaria, el presidente de la República del Congo alabó la capacidad de resistencia de sus compatriotas en las múltiples crisis que atraviesa su país desde 2014.
Según él, tras el desplome de la tasa de crecimiento hasta el -6,2 en 2020 y el -1,5 en 2021, el país ha recorrido un largo camino y prevé volver a un crecimiento positivo en 2022, estimado en el 2,6%. Así, según el Jefe de Estado, tras varios años de duro trabajo y sacrificio, el Congo ha vuelto a la senda del equilibrio macroeconómico.
Si este retorno es el fruto del «resultado estimulante», adquirido al precio de un esfuerzo perseverante del pueblo congoleño», no debe ser destruido y deconstruido por actitudes retrógradas capaces de distorsionar y romper la dinámica del progreso, en particular la responsabilidad en la lucha contra los antivalores como la corrupción, el incivismo, el fraude, la malversación de fondos o el tráfico de influencias.
«Hacemos un llamamiento, una vez más, a nuestros ejecutivos para que se abstengan de cualquier actitud retrógrada, susceptible de desanimar a nuestros inversores, subordinando la realización de un acto o un servicio administrativo al pago de una comisión», advirtió el jefe del Estado.
En la misma línea, el presidente de la República anunció ante los parlamentarios una serie de reformas institucionales sostenibles en numerosos sectores de la vida económica, financiera y social. Entre ellas, la revisión de la Carta de Inversiones, la aceleración del proceso de simplificación fiscal y la continuación del pago de la deuda social.