La familia del líder revolucionario e icono del panafricanismo Thomas Sankara, asesinado en 1987 tras un golpe de Estado, ha anunciado que no acudirá a los actos previstos este jueves para la reinhumación de sus restos por su disconformidad con el lugar elegido por las autoridades de Burkina Faso.
«Los familiares del presidente Thomas Sankara constatan que la reinhumación de los restos de Thomas Sankara es mantenida en el Consejo de la Entente (ahora Memorial Thomas Sankara)», ha indicado en un comunicado, después de expresar su rechazo a que se llevara a cabo en este lugar.
Por ello, ha recalcado que la familia «no estará presente en las exequias y no estará representada por nadie». «Cualquiera que acuda a esta ceremonia y pretenda actuar en nombre de la familia, no contará con mandato alguno», ha zanjado.
La familia de Sankara, un revolucionario marxista que lideró el país entre 1983 y 1987, reclamó la semana pasada una «gracia presidencial» al líder de la junta militar, Ibrahim Traoré, para que sus restos no sean inhumados en el Memorial Thomas Sankara y propuso lugares alternativos. Así, sostuvo que el entierro de los restos del expresidente burkinés en estos lugares supondría su «segunda muerte».
«Queremos enterrar a Thomas para finalmente realizar el duelo y que su alma descanse en paz. Nuestra familia aún está pasando por un duro calvario, el de ver a Thomas enterrado contra nuestra voluntad en el lugar donde fue asesinado, es decir, en el Consejo de la Entente», recalcó, antes de incidir en que Sankara «no murió por accidente, sino en un complot bien orquestado».
Sankara fue asesinado en 1987 junto a doce oficiales tras ser capturado después de un golpe de Estado. Su cadáver fue desmembrado y enterrado en una tumba anónima. El expresidente Blaise Compaoré, quien sucedió a Sankara tras la asonada y huyó del país en 2014 en medio de protestas contra su intención de modificar la Constitución para presentarse a la reelección, fue condenado a cadena perpetua en julio de 2022.