Las autoridades de Nigeria han ordenado el «cierre total» de las fronteras terrestres coincidiendo con las elecciones presidenciales y parlamentarias que se celebrarán este sábado, marcadas por una grave crisis económica y el repunte de la inseguridad en el país africano.
«El Gobierno federal ha ordenado el cierre total de todas las fronteras terrestres desde las 00.00 horas del sábado 25 de febrero hasta las 00.00 horas del domingo 26 de febrero de 2023», ha dicho el Servicio de Inmigración de Nigeria.
Así, el organismo ha recalcado en un comunicado que «todos los controladores de mando, especialmente en los estados fronterizos, deben garantizar el estricto cumplimiento de esta orden».
«Estamos comprometidos con el Proyecto Nigeria mientras garantizamos que, en el marco de los parámetros de las competencias que nos dan las leyes relevantes, las próximas elecciones son libres, justas y carentes de anomalías», ha apuntado en su cuenta en la red social Twitter.
Por su parte, el expresidente keniano y observador de la Unión Africana (UA), Uhuru Kenyatta, ha afirmado que considera que las autoridades «están bastante confiadas» en la posibilidad de poder celebrar unas elecciones «libres, justas y transparentes».
Kenyatta ha resaltado en declaraciones concedidas a la cadena de televisión británica BBC que el proceso contará con «desafíos», si bien ha incidido en que los candidatos presidenciales le han trasladado que podrán «sobreponerse» a los mismos.
Entre los principales desafíos figuran la crisis económica, ahondada por la escasez de nuevos billetes de naira, la inseguridad, y las denuncias sobre compra de votos y casos de corrupción vinculados a las elecciones.
Por ello, Kenyatta ha mostrado su esperanza de que estos problemas no deriven en una baja participación y ha incidido en que los comicios son de gran importancia debido a que Nigeria «es la mayor democracia en el continente africano» y una de las mayores en el mundo.
De las elecciones de este sábado saldrá el sucesor del actual presidente, Muhammadu Buhari, quien no puede presentarse debido a que ha cumplido ya el límite de mandatos fijados por la Constitución de Nigeria.
En esta ocasión, la disputa cuenta con un candidato de tercera vía, Peter Obi, que espera poder romper el tradicional dominio de los dos principales partidos nigerianos, el Partido de Todos los Progresistas (APP) de Buhari, que ha presentado como candidato al exgobernador de Lagos Bola Tinubu, y el opositor Partido Democrático de los Pueblos (PDP) cuenta con el exvicepresidente Atiku Abubakar.
Las elecciones presidenciales suponen además la primera ocasión desde el retorno del país al gobierno civil en 1999 en la que ninguno de los candidatos es un antiguo líder militar, como era el caso de Buhari, quien ya estuvo al frente del país entre diciembre de 1983 y agosto de 1985 tras un golpe de Estado.