Mahamat Idriss Déby fue declarado ganador de las elecciones presidenciales, después de que el Consejo Constitucional revisara y reafirmara el recuento de votos, a pesar de los pequeños ajustes. Idriss Déby obtuvo la victoria con un 61,03% de votos a favor, seguido por Succès Masra con 18,54% y Padacké con 16,93%. La participación electoral fue del 75,78% y tras el anuncio el principal candidato de la oposición, Succès Masra acudió a las redes sociales donde aceptó la decisión del Consejo Constitucional e instó a sus seguidores a la calma y paciencia.
Por su lado, Padacké, a través de su Director de campaña también aceptó la decisión del Consejo Constitucional llamando a la unidad e instando al nuevo presidente a abordar los desafíos del país.
El bando de Mahamat Idriss Déby expresó su satisfacción y celebró las elecciones como una promesa cumplida del período de transición. A diferencia de los disturbios que siguieron al anuncio de los resultados provisionales provocando al menos 10 muertes, Ndjamena permaneció en calma y en gran parte desierta después de los resultados finales. Las autoridades habían prohibido los disparos de celebración, lo que contribuyó a una atmósfera tranquila en la capital.