La medida se produce en un momento en el que unas violentas protestas con varias manifestantes muertos, han sacudido Mozambique, y con la oposición en las calles denunciando lo que llaman un resultado fraudulento. Según las autoridades sudafricanas, varios funcionarios mozambiqueños han pedido refugio en el país vecino, citando preocupaciones de seguridad.
Por su parte, las organizaciones de derechos humanos, aseguran que más de una docena de personas han muerto en las protestas postelectorales en Mozambique. Las Fuerzas de Seguridad han utilizado gases lacrimógenos y munición real contra los manifestantes, mientras que el Gobierno ha advertido que podría desplegar al Ejército. Actualmente, el internet y las redes sociales también han sido limitados por las autoridades.
Este suceso se produce después de que el partido Frelimo, en el Poder desde 1975, obtuviera una victoria electoral el pasado día 24 de octubre y la oposición alega que la victoria fue fraudulenta y ha presentado un recurso ante el Consejo Constitucional contra los resultados.
Contexto Sociopolítico actual en Mozambique
Varias ciudades de Mozambique se vieron paralizadas este martes por una nueva jornada de manifestaciones postelectorales convocadas por la oposición para protestar contra un presunto fraude en los comicios del pasado día 9 de octubre, mientras el Gobierno amenazó con desplegar al Ejército. Miles de personas marcharon en diferentes urbes del país un día más y, en varias de ellas, se encontraron de nuevo con la fuerte represión de la Policía, que empleó gases lacrimógenos, balas de goma e incluso munición real en algunos puntos.
En la capital, Maputo, no solo instituciones públicas y negocios privados se vieron forzados a cerrar, sino que muchos hospitales tuvieron también dificultades para operar, porque cientos de médicos se unieron para marchar por la céntrica avenida bautizada como Eduardo Mondlane, uno de los fundadores del Gobernante Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo). Otros ciudadanos también se sumaron a esa movilización.
En el distrito de Boane (también en la provincia homónima de Maputo), una estatua del presidente saliente del país, Filipe Nyusi, fue derribada, mientras manifestantes provocaron destrozos en un paso fronterizo con Sudáfrica cuando la Policía cargó contra ellos.
El Gobierno amenaza con una respuesta militar
En una rueda de prensa en Maputo, el ministro de Defensa, Cristóvão Chume, admitió que el país vive «un ambiente de inestabilidad e inseguridad públicas» e hizo un llamamiento a la calma. Según el Ministro, los efectivos del Ejército mozambiqueño han sido desplegados «para despejar las carreteras, garantizar el trabajo de otros servicios públicos, incluyendo también los privados, con vistas a crear mejores condiciones en cuanto terminen las manifestaciones». Sin embargo, el dirigente alertó de que, «si la violencia sigue aumentando, no hay otra alternativa que cambiar la posición de las fuerzas sobre el terreno y poner a las Fuerzas Armadas a proteger los objetivos del Estado», avisó.
El candidato presidencial Venâncio Mondlane, que ha promovido las protestas tras concurrir de manera independiente en los comicios pero con el apoyo del Partido Popular Optimista para el Desarrollo de Mozambique (Podemos), rechazó las amenazas del Gobierno en un vídeo en directo en la red social Facebook al reivindicar el «derecho cívico y constitucional a manifestarse» de la población.
El número de muertos por la represión policial de las protestas celebradas desde el pasado 21 de octubre asciende ya a 24, según los últimos datos publicados este martes por el Centro para la Democracia y los Derechos Humanos (CDD). Desde la citada fecha, Mondlane ha convocado varias jornadas de huelga general y movilizaciones contra las presuntas irregularidades en las elecciones y contra el asesinato el pasado 18 de octubre de un abogado y de un dirigente de Podemos.
Según los resultados provisionales de la Comisión Nacional de Elecciones (CNE), que todavía deben ser validados por el Consejo Constitucional, el oficialista Daniel Chapo ganó las elecciones presidenciales con el 70,67 % de los votos. Esto permitiría mantenerse en el Poder al Frente Popular de Liberación de Mozambique (Frelimo), que dirige el país desde la independencia de Portugal en 1975. En segundo lugar, con el 20,32 %, quedó Mondlane, por delante de Ossufo Momade, de la hasta ahora principal fuerza de la oposición Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo), que obtuvo el 5,81 %, mientras el cuarto aspirante en Liza, Lutero Simango, del Movimiento Democrático Mozambiqueño (MDM), logró el 3,21 % de los votos.
Aunque la jornada electoral del día 9 se desarrolló en calma, la misión de observación de la Unión Europea denunció «irregularidades» en el recuento de votos, mientras el presidente de la Conferencia Episcopal de Mozambique (CEM), el arzobispo Inácio Saure, señaló que hubo «graves fraudes» en la votación.
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