Una nueva y agresiva cepa del virus potencialmente mortal de la viruela símica se está propagando rápidamente entre los niños en la República Democrática del Congo (RDC) y Burundi, donde los casos se han duplicado desde que se declaró una emergencia de salud pública a mediados de agosto, dijo Save the Children. La República Democrática del Congo, el epicentro del brote, y en Burundi, donde se enfrentan graves riesgos para la salud debido al hambre, el desplazamiento y la atención médica limitada, estos dos países representan el 92% de todos los casos de viruela símica en África este año.
Hasta el 3 de noviembre, los casos entre los niños de la República Democrática del Congo habían aumentado en más del 130%, pasando de unos 11.300 casos sospechosos a 25.600; mientras que, en Burundi, la viruela símica ha aumentado de 89 casos infantiles confirmados a unos 1.100 desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote como una emergencia de salud pública de importancia internacional el 14 de agosto.
El riesgo general para la población de la República Democrática del Congo y Burundi sigue siendo críticamente alto, pero en particular para los niños, que tienen casi cuatro veces más probabilidades de morir a causa de la nueva cepa de viruela símica que los adultos. Los niños y niñas desnutridos que se encuentran en zonas con saneamiento deficiente y atención médica limitada, que carecen de acceso a pruebas y vacunas, corren un riesgo aún mayor de contraer y sucumbir al virus.
La viruela símica causa fiebre, erupción cutánea y lesiones en todo el cuerpo, fuertes dolores de cabeza y fatiga. Algunos niños desarrollan problemas respiratorios y, en casos graves, la viruela símica puede provocar sepsis, una respuesta potencialmente mortal a la infección.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC), el número total de casos sospechosos y confirmados de viruela símica en África ha superado los 46.000 este año, con más de 1.000 muertes.
«Los niños son especialmente vulnerables a la viruela símica: exploran mediante el tacto y el gusto, no siempre entienden las pautas de salud y tienen sistemas inmunológicos más débiles que los adultos. Necesitan información oportuna para protegerse, y los padres necesitan el apoyo para brindarles atención inmediata si se enferman. Es crucial abordar las ansiedades y los temores de los niños sobre el brote y las interrupciones de la vida cotidiana. Al promover prácticas de prevención de apoyo, podemos ayudar a los niños a sentirse seguros y evitar que cualquier forma de discriminación se arraigue».
Si bien la epidemia mundial de viruela símica en 2022 se frenó mediante vacunaciones específicas para los grupos vulnerables, se necesitan urgentemente medidas similares para detener la propagación entre las comunidades de alto riesgo, particularmente en la República Democrática del Congo. Esto incluye pruebas exhaustivas y campañas de concienciación sobre la viruela símica y la disponibilidad de vacunas.
En toda la República Democrática del Congo, Save the Children está trabajando con las comunidades para difundir información precisa y contrarrestar la información errónea, tanto en persona como a través de canales de comunicación masiva. En el este de la República Democrática del Congo, nuestros equipos están proporcionando medicamentos y tiendas de campaña de aislamiento, camas y ropa de cama para los centros de atención médica, equipos de protección personal (EPP) para el personal de salud y capacitando a los líderes en sistemas de participación, comunicación y alerta comunitaria para identificar y notificar casos sospechosos.
En Burundi, Save the Children está trabajando en estrecha colaboración con el ministerio de Salud y el Departamento de Respuesta a Emergencias (COUSP), para fortalecer el sistema de salud del país y hacer frente al brote de viruela símica. Los esfuerzos se centran en reducir la propagación de la viruela símica, especialmente entre las poblaciones de refugiados vulnerables, y en mejorar la capacidad sanitaria local para gestionar el brote de forma eficaz. La Unidad de Salud de Emergencia de Save the Children ha desplegado especialistas adicionales en atención clínica, operaciones y agua y saneamiento para trabajar junto con el Ministerio de Salud de Burundi, asegurando que se cuente con los recursos y la experiencia necesarios para contener la propagación y proteger a las comunidades en riesgo.
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