Según ha trasladado el director general de Inmigración de Malasia, Datuk Jairul Dzaimee Daud, los migrantes, que han sido enviados a Birmania en tres barcos de la Armada malasia, estaban indocumentados y llevaban detenidos en instalaciones gubernamentales ubicadas por todo el país desde el año pasado.
Además, ha especificado en un comunicado que ninguno de ellos es de etnia rohingya o solicitantes de asilo y ha hecho hincapié en que todos habían aprobado volver a su país de origen, ha informado el diario local ‘The Star’.
Previamente, el Tribunal Supremo de Malasia había ordenado detener la deportación de 1.200 migrantes al menos hasta las 10.00 horas (hora local) del miércoles para revisar el caso a petición de Amnistía Internacional Malasia y Asylum Acces Malasia, que denunciaron en un comunicado conjunto que los migrantes se enfrentan a «riesgos que amenazan su vida» en Birmania, donde el Ejército dio un golpe de Estado a principios de febrero.
Alrededor de 100.000 personas de la minoría étnica musulmana rohingya, que, según la ONU, ha sido sometida a un intento de genocidio, han huido a Malasia. Cientos de miles más han huido a Bangladesh.