A pocos días de cumplir su primer año como presidente de la República, Luis Lacalle Pou afina el lápiz para delinear su discurso ante la Asamblea General. Allí realizará un balance de su gestión, pero también presentará las bases del “plan pospandemia” que prepara su gobierno.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) es quien lidera hoy el grupo de trabajo que elabora un paquete de medidas con la finalidad de reactivar la actividad industrial y comercial, y así también el empleo.
La estrategia del gobierno tiene varias aristas. Piensan en adelantar algunas obras viales proyectadas a lo largo del quinquenio, y también impulsar planes de capacitación y reconversión laboral desde el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop). A su vez, estudian la generación de herramientas legales que permitan la reactivación del mercado laboral para las poblaciones más jóvenes y especialmente para los mayores de 45 años. También se piensa en políticas que sirvan para regularizar a quienes están en el mercado informal.
La ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arebeleche, dio ayer una conferencia para dar a conocer el balance económico 2020. La jerarca presentó los números -que fueron fuertemente cuestionados por dirigentes frenteamplistas- y se adelantó que su cartera prepara una serie de medidas de estímulo.
El secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, ya había adelantado en una entrevista publicada el pasado domingo por El País que “va a haber una estrategia bien importante en lo que tiene que ver con el desarrollo” y que el gobierno la daría a conocer en las próximas semanas. En ese plan están comprendidos los ministerios de Trabajo, Transporte e Industria. “Acá va a haber un trabajo público-privado muy notorio”, acotó.
Respuesta a la crítica.
El exministro de Economía del gobierno blanco de Luis Alberto Lacalle Herrera, Ignacio De Posadas (1992-1995), opinó en una carta que fue publicada el pasado jueves por Búsqueda, que el gobierno de la “coalición multicolor” debería diseñar una especie de Plan Marshall, como estructuró Estados Unidos para ayudar a Europa a salir de la crisis tras la II Guerra Mundial.
“Hacer algo para salir del pozo”, escribió el exjerarca blanco, hoy retirado de la política partidaria. En su propuesta advirtió que no se debe ir por el aumento del gasto, ni hacia una renta básica -como sugirió el Frente Amplio-, mucho menos seguir la receta del argentino Mauricio Macri de esperar la llegada de inversores. Pero sí plantearse una serie de inversiones de obra pública.
De todos modos, eso no es lo que está pensando el gobierno, o al menos, no en los términos que lo plantea De Posadas. “El Plan Marshall es un plan posguerra mundial, después de una guerra, después de una devastación. Ahora tenemos otra lógica, que es mucho más grande todavía. Que no afecta a una zona del mundo, sino a todo el mundo. Veremos cómo se desencadena este proceso. Sí está claro que hemos tratado de generar iniciativas más allá de la pandemia. Acá hay un gobierno y un presidente muy activo en liderar un proceso pospandemia”, dijo Delgado a El País.
La metáfora de “las perillas” para el manejo de la pandemia fue impuesta por Lacalle Pou como forma de explicar la apertura de sectores de actividad en medio de la emergencia sanitaria. Ahora el secretario de la Presidencia sostiene que desde la Torre Ejecutiva lo que se está haciendo es trabajar en la búsqueda de un equilibrio. “Ir regulando la (llave de agua) fría y la caliente de la apertura o no de la economía”, comentó.
Fomentar el empleo.
En esa línea el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, dijo a El País que este año las políticas públicas deben apuntar ya no solo a sostener a la población afectada, sino a abrir el mercado. Por eso admitió que las normas que hoy buscan fomentar el empleo juvenil y de mayores de 45 años no están dando los resultados esperados. “Estudiar cómo garantizamos que los sectores más débiles en materia de empleo entren al mercado, es una prioridad. Las leyes vigentes no han logrado mayores impactos. Eso surge del análisis cuantitativo de los datos”, dijo Mieres.
Si bien el Inefop lleva adelante un proceso de estudio interno de los programas, luego de una serie de auditorías de la administración pasada, el objetivo es desde ese organismo impulsar una serie de cursos de capacitación y reconversión laboral. “Queremos un Inefop potente”, acotó el ministro. Para eso en marzo comenzarán unos encuentros regionales a nivel nacional con participación de las intendencias, los centros comerciales y el Pit-Cnt, donde buscaremos diagnosticar la plaza laboral de cada lugar para redireccionar la oferta de capacitación”.
Por otro lado, desde la central de trabajadores entienden que en el año 2021 “urge” adoptar medidas ya que en algunos casos hay sectores que no tienen proyección de reactivación en el corto plazo, y deberán redireccionar a sus empleados. El punto más dramático según los dirigentes es el turismo, y las cadenas indirectas que estos generan. En la misma línea están las cámaras empresariales, las que ya han solicitado al Poder Ejecutivo una serie de medidas de “auxilio” -como ser líneas de crédito para generar liquidez.
Mientras algunos legisladores del Frente Amplio preparan un paquete de propuestas concretas para atender la situación sanitaria, la promoción de las micro y pequeñas empresas, el empleo y las ciudades de frontera, varios dirigentes cuestionaron la presentación que hizo ayer la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche.
El senador de Fuerza Renovadora Mario Bergara dijo que es “insólito sumar peras con manzanas para tratar de dibujar engañosamente el número de recursos volcados para combatir la pandemia”.
Según los cálculos de Bergara, el gobierno gastó de los US$ 700 millones -correspondiente al 1,3% del PBI- y señaló que “es un guarismo que nos deja bastante mal parados en cualquier comparativo internacional”. “Somos de los países que menos hemos volcado para combatir la pandemia y se dicen que son US$ 1.200 millones porque se suman US$ 500 millones que no son gastos, sino el monto del crédito garantizado por el sistema de garantías”, aseguró. “Es un mecanismo de garantía y no de gasto, es tratar de engañar a la sociedad en su buena fe”, insistió Bergara. El senador sostuvo que las ayudas dadas son “insuficientes” y se debería destinar medio punto del PBI a 300.000 familias. “Ojalá se de” la reactivación de la economía, agregó Bergara.
Por su parte, el senador Charles Carrera, del MPP, dijo que Arbeleche “sigue poniendo énfasis solamente en el cumplimiento del déficit fiscal” y desatiende “otros indicadores que no considera relevantes, y no repara en los efectos económicos y sociales que dicho cumplimiento implica”.
Por su parte, Pablo Ferreri, exsubsecretario de Economía y actual asesor de la Intendencia de Montevideo, publicó en Twitter que “es alarmante el enfoque reduccionista de la ministra, preocupada solamente por la variable fiscal. Debería tener presente que no es sólo ministra de Hacienda, sino también, y fundamentalmente, de Economía”.