Edmundo González Urrutia, presidente electo de Venezuela según los Estados Unidos de América, Italia y varios países de la región, ha confirmado en sus últimas entrevistas que está dispuesto a regresar a su país el próximo día 10 de enero, día de la juramentación presidencial. «Para eso estamos preparados y trabajando, lo que no tengo es boleto [pasaje aéreo] todavía, pero mi plan es estar allí. Los planes están en regresar y tomar posesión del cargo ese día. Habrá un pulso, una tensión», ha adelantado para la Agencia EFE.
El diplomático, actualmente exiliado en Madrid, ha reconocido que incluso está «moralmente preparado» para ser detenido por las fuerzas chavistas, algo que han adelantado tanto Nicolás Maduro, quien habría derrotado por cuatro millones de votos, y Diosdado Cabello, Ministro de Interior a cargo de la represión contra los dirigentes democráticos y la sociedad civil venezolana.
En una entrevista con la W Radio Colombia, González dejó claro que «el pueblo de Venezuela emitió un mandato soberano que estoy comprometido a cumplir. Yo fui el presidente más votado de la Historia del país y esta victoria ha sido comprobada por la digitalización y publicación del 84% de las actas oficiales».
Hasta el momento, la revolución bolivariana ha negado cualquier tipo de entente con la oposición, ni siquiera la mediación de aliados históricos, como el Presidente brasileño, Lula da Silva, y el mandatario colombiano, Gustavo Petro. «Habrá negociaciones previas que permitirán una transición ordenada, podría llegar a haber una convivencia dentro del suelo venezolano. Una transición donde las bases populares puedan tener un espacio y el chavismo pueda encontrar un espacio. El chavismo es una fuerza política que va a permanecer en el país», ha añadido a Efe el antiguo Embajador venezolano en Argentina.
La respuesta del chavismo a su aplastante derrota en las urnas fue poner en marcha un plan terror, que ha abarrotado las cárceles de presos políticos. La organización independiente Foro Penal ha confirmado la excarcelación de 169 de los 225 prometidos, por lo que en total permanecen encerradas 1.887 personas por motivos políticos. Entre ellas, cerca de 1.500 fueron capturadas tras el «mega fraude electoral» del 28 de julio.
Las «puertas giratorias» de la represión revolucionaria continuaron este fin de semana con la detención de Alfredo Díaz, ex Gobernador opositor de Nueva Esparta. Un comando de la Guardia Nacional detuvo al dirigente socialdemócrata en el Estado Portuguesa, en los llanos del oeste del país, cuando viajaba por carretera.
Sabiendo que la presión se deja sentir con la cercanía del 10 de enero, el chavismo ha decidido embestir con todo contra María Corina Machado, para que emprenda camino al exilio, tal y como hizo Edmundo en septiembre. El plan gubernamental pasa también por aumentar el asedio contra los seis colaboradores más cercanos de la líder opositora, que se encuentran asilados en la Embajada de Argentina en Caracas, bajo bandera brasileña. El hostigamiento continuó este domingo por efectivos policiales y de Inteligencia, aunque la legación diplomática recuperó el suministro eléctrico.
«Evidentemente el régimen se da cuenta de que esto es insostenible, tiene una reacción que es directamente proporcional a su debilidad. Mientras más aislados están, actúan con mayor crueldad y desesperación. Saben que el tiempo se les acabó, que esto no tiene vuelta atrás», se defendió Machado, quien en los últimos días también ha repetido que «Edmundo González es el Presidente electo y debe tomar posesión de su cargo», afirmaba.
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