El Ministerio ha resaltado que la variante «no es significativa a nivel clínico o epidemiológico» y ha manifestado que «no está conectada o es una causa de un mayor contagio o enfermedad grave», según ha informado el diario ‘The Times of Israel’.
Así, ha resaltado que la variante, identificada como P681H, fue detectada por primera vez en julio. Según las informaciones recogidas por la cadena Channel 12, que cita el informe de Sanidad, ha sido confirmada en 181 pacientes.
Por otra parte, las autoridades israelíes han abierto este mismo martes por primera vez en un año el paso de Taba, situado en la frontera con Egipto, de cara a las fiestas de Pascua, tal y como ha recogido la agencia alemana de noticias DPA.
El paso estará abierto hasta el 12 de abril, con restricciones al número de personas que podrán cruzarlo y siempre y cuando se hayan vacunado o se hayan recuperado de la COVID-19. Así, este límite ha sido fijado en 300 personas al día.
Israel ha ido reduciendo las restricciones durante las últimas semanas debido a los avances en su campaña de vacunación, en la que el 51 por ciento de la población ha recibido ya las dos dosis, si bien ha recibido críticas por excluir en las primeras fases a los palestinos residentes en Cisjordania y la Franja de Gaza.