Un terremoto de magnitud 6,1 que sacudió Afganistán la madrugada de este miércoles ha causado la muerte de al menos 950 personas y herido a otras 610 en el este del país, pero se teme que las cifras aumenten a medida que avancen las tareas de rescate, según informaron las autoridades responsables de la gestión de desastres y la agencia de noticias oficial del país, Bakhtar News.
La mayoría de las muertes confirmadas se produjeron en la provincia de Paktika, donde antes de la última actualización de cifras se calculaban más de 250 personas fallecidas. Los distritos de Barmala, Ziruk, Naka y Gayan fueron los más afectados por el seísmo. El potente temblor también castigó el distrito de Sapari, en la provincia de Khost, donde hubo al menos una treintena de muertos, así como la provincia de Nangarhar.
El director general de la agencia Bakhtar, Abdul Wahid Rayan, escribió en Twitter que al menos 90 casas han quedado destruidas en Paktika y se cree que decenas de personas quedaron atrapadas bajo los escombros. Las imágenes en esta provincia cercana a la frontera con Pakistán mostraban a las víctimas transportadas en helicópteros para ser evacuadas por aire de una zona poco accesible.
Las autoridades locales advierten que el número de víctimas puede aumentar si el gobierno central no proporciona servicios de emergencia. El desastre golpea un país sumido ya en la hambruna después de que la comunidad internacional lo haya abandonado a su suerte tras la llegada al poder de los talibanes el verano pasado en medio de la caótica retirada del Ejército de EE.UU. de la guerra más larga de su historia. Esta situación probablemente complicará cualquier esfuerzo de ayuda internacional para este país de 38 millones de habitantes.
“Un fuerte terremoto sacudió cuatro distritos de la provincia de Paktika, mató e hirió a cientos de nuestros compatriotas y destruyó decenas de casas”, escribió Bilal Karimi, portavoz adjunto del Gobierno talibán, en Twitter. “Instamos a todas las agencias de ayuda a enviar equipos de inmediato para evitar una mayor catástrofe”, añadió.
El Departamento Meteorológico del vecino Pakistán calculó el terremoto en una magnitud de 6,1. Los temblores se sintieron en la capital pakistaní, Islamabad, y en otras partes de la provincia oriental de Punjab. La agencia sismológica europea, EMSC, informó que los temblores del terremoto se sintieron en un radio de más de 500 kilómetros, tanto en Afganistán, Pakistán e India.
Afganistán y la región más grande del sur de Asia a lo largo de las montañas Hindu Kush, donde la placa tectónica india choca con la placa euroasiática al norte, ha sido vulnerable durante mucho tiempo a terremotos devastadores. La construcción deficiente de casas, hospitales y otros edificios los pone en riesgo de derrumbarse en caso de terremotos, mientras que los deslizamientos de tierra siguen siendo comunes en las montañas de Afganistán.
En 2015, un gran terremoto que azotó el noreste del país mató a más de 200 personas en Afganistán y en el norte del vecino Pakistán. Un terremoto similar de 6,1 en 2002 mató a unas 1.000 personas también en el norte del país. Y en 1998, un terremoto de magnitud 6,1 y los temblores posteriores en el remoto noreste de Afganistán mataron al menos a 4.500 personas.