Hace trece años un grupo de hombres armados intentó asaltar sin éxito el palacio presidencial de Guinea Ecuatorial en la madrugada de aquel martes 17 de febrero de 2009. Gracias a la intervención rápida de las fuerzas armadas ecuatoguineanas, que lograron rechazar el ataque, algunos rebeldes se ahogaron al hundirse las lanchas en las que llegaron a Malabo, y otro de ellos fue abatido por la guardia presidencial.
Los hechos ocurrieron en ausencia del jefe de Estado, Obiang Nguema Mbasogo, que se encontraba en esos momentos en la ciudad de Bata cuando «un contingente de los rebeldes terroristas del Delta, llegados en varias embarcaciones, intentó invadir la capital de la nación, marcando como objetivo la toma y destrucción del palacio presidencial». Afirmó en aquel entonces el Ministerio de Información.
El Gobierno se refirió a ellos como el Movimiento de Emancipación del Delta del Níger (MEND, por sus siglas en inglés), quienes en esos años protagonizaron asaltos a bancos y otros objetivos de los países vecinos de Nigeria.
En los últimos años Guinea Ecuatorial ha sufrido dos intentos de golpe de Estado, el último fue en diciembre del 2017, cuando varios ecuatoguineanos y personas de otras nacionalidades intentaron acabar con la vida del presidente. En 2004, decenas de mercenarios extranjeros, en su mayoría sudafricanos, fueron detenidos mientras intentaban dar un golpe de Estado.