«Mensaje de Obiang Nguema Mbasogo, presidente de la república, jefe de Estado y de Gobierno y presidente fundador del PDGE, al pueblo de Guinea Ecuatorial, con ocasión del Día Nacional de la Oración.
Ante todo, quiero agradecer a las Iglesias y confesiones religiosas por la invitación que han cursado para asistir personalmente en compañía de mi esposa la primera dama de la nación, a este encuentro que para mí es de hermandad, el Almuerzo de Oración, en este Día Nacional de Oración al que asisto por primera vez desde que se constituye este importante día; en las anteriores veces solo asistía mi representante personal.
Segundo, expreso mis felicitaciones a todas las iglesias y representantes de las confesiones religiosas por su magnífica idea de consagrar un día al año para el país.
Hemos querido dar más realce a esta ceremonia asociando a los dignatarios de la nación, representantes de la sociedad civil y al cuerpo diplomático para acompañarnos en esta ceremonia.
A los hermanos musulmanes, les felicito por la coincidencia que hoy empieza su sacrificio de Ramadán; lamento que no podrán degustar con nosotros estos alimentos que vamos a compartir.
A nuestros hermanos cristianos, recordarles que hoy es el último domingo de Cuaresma, para empezar la semana de la Pasión de Cristo.
Estimados compatriotas ecuatoguineanos;
Les quiero recordar hoy que por disposición de Ley Número 12/2017, de fecha 20 de noviembre, el Gobierno instituyó como Día Nacional de la Oración, el primer domingo del mes de abril de cada año, como un recordatorio y reconocimiento al pueblo creyente de Guinea Ecuatorial sobre la existencia de un Dios Omnipotente, el que dirige con firmeza los destinos y procederes y procesos evolutivos de la humanidad, desde que fuera creada hasta nuestros días.
En efecto, muchísimo antes de que las potencias colonialistas invadieran el continente africano exhibiendo la cruz con el pretexto de traernos una nueva civilización, el pueblo de Guinea Ecuatorial, como otros pueblos africanos, tenía su fe en la existencia de un dios al que siempre recurría para implorar su benevolencia ante las dificultades que se presentaban al pueblo.
La República de Guinea Ecuatorial, desde su ascensión a la independencia nacional, el 12 de octubre de 1968, se definió como un país pacífico que obtuvo la soberanía nacional sin violencia ni derramamiento de sangre, aunque miles de nuestros ciudadanos fueron víctimas expiatorias por las atrocidades del sistema colonial; por eso nuestra identidad nacional impresa en nuestro estandarte que reza: Unidad, Paz y Justicia, que es en definitiva nuestro credo político.
Postulamos que todos los hijos ecuatoguineanos debemos mantener y defender contra los depredadores de la paz, el orden, la estabilidad y el desarrollo genuinos que es parte de nuestra ilusión.
Compatriotas ecuatoguineanos;
Quisiera llamar la atención a todos nuestros compatriotas, sobre la evolución actual del mundo que está llena de acontecimientos dramáticos que preocupan a muchos dirigentes del planeta, hasta tal punto que el destino final de la humanidad es actualmente incierto, sobre todo, para los pequeños países como Guinea Ecuatorial que no se nos tiene en cuenta a la hora en que los grandes países toman sus decisiones políticas y adoptan sus posicionamientos y compromisos en relación a la paz, seguridad y desarrollo mundial.
En este ambiente incierto del mundo instigado por las ambiciones hegemónicas, permanece ostensiblemente la guerra fría que es el caldo de cultivo de las injusticias dictadas por orden mundial, el terrorismo, las invasiones, las guerras de exterminio contra los países débiles, la piratería, el narcotráfico, el mercenariado etc.
El continente africano en general está considerado como un simple objeto de disputa de las grandes potencias, donde ejercen su dominación desde que fuera descubierto hace miles de años atrás; pasando por la esclavitud de sus pueblos, su trata y comercialización a otros continentes; después su despiadada invasión y ocupación colonialista.
Una vez obtenidas nuestras independencias, África sigue haciendo frente hoy al neocolonialismo y a la política neoliberal y su dependencia permanente. Es así que las religiones importadas solo eran una forma de mantener la dominación a los africanos, para acallar sus legítimas aspiraciones de sus libertades y autodeterminación.
Del mismo modo, muchas prácticas importadas a modo de civilización moderna, como son: los derechos humanos y libertades públicas, la igualdad soberana de los Estados, la globalización y mundialización de las políticas, las democracias en general nunca han sido respetadas cuando están en juego y son reivindicadas en contra de los líderes de las potencias que por eso cometen atrocidades injustamente contra países libres e inofensivos como Libia, Siria, Afganistán, Irak, Irán, Vietnam y actualmente Ucrania.
Estimados compatriotas;
Actualmente el pecado y la equivocación de Guinea Ecuatorial son los recursos que debemos usufructuar con absoluta independencia y soberanía nacional, sin someternos a orientaciones o instrucciones exógenas. Del mismo modo se impide que nuestro desarrollo alcance la autosuficiencia del pueblo, bajo la amenaza de sufrir inestabilidad política interna como sucede en la mayoría de los países africanos.
Compatriotas ecuatoguineanos;
el Gobierno promulgó la ley que instituye el Día Nacional de Oración para que cada año el pueblo pueda hacer sus plegarias a Dios en petición de sus dones y la protección divina.
Pues, si el Presidente de la República no se ha visto involucrado en las celebraciones de los años anteriores es para que cada congregación, y conforme a lo que dispone la ley, organice sus plegarias conforme a sus ritos y siguiendo los respectivos protocolos.
Por tanto, hemos visto la necesidad de organizar una plegaria ecuménica en este año, en el que participan todas las instituciones públicas del Estado, con la responsabilidad que nos asiste como máximo responsable de la paz, la seguridad y estabilidad política del país, porque creemos y seguimos creyendo que Guinea Ecuatorial está sobreviviendo en este ambiente de contaminación política, en el que vengo recalcando la conservación gracias al apoyo de la divina providencia.
Gracias a dicho apoyo providencial, hemos sido capaces de abortar todos los planes de sabotaje que nuestros enemigos internos y externos no cesan de proyectar sobre nuestro pequeño país indefenso, ya que, de haber prosperado esos planes, se habría producido un verdadero caos al pueblo de Guinea Ecuatorial.
Por tanto, es una tierra bendecida por Dios desde que nos visitara el Santo Papa, Juan Pablo II, por inspiración divina, tres meses después de la abolición de la dictadura en el país; visita que nos sorprendió y a los enemigos por los resultados de nuestra gestión política que satisface plenamente al pueblo de Guinea Ecuatorial y a la comunidad internacional.
Desde entonces son ya 43 años de paz, de libertades políticas, económicas y socioculturales, 43 años de libertades religiosas y de culto, el ejercicio diario que posibilita a cada ciudadano entrar en el juego de igualdad de oportunidades.
En este sentido, nuestro sistema democrático es uno de los más avanzados en África, el cual permite hoy concurrir en el ejercicio de la “Cosa Pública” a todas las fuerzas políticas y estructuras del tejido social de la nación.
El desarrollo económico social alcanzado por el país brinda a cada ciudadano desarrollar holgadamente sus actividades productivas, tanto por el nivel de desarrollo infraestructural, como el de la prestación de servicios sociales al país.
Estimados compatriotas;
Ustedes recordarán que después del Golpe de Libertad, el 3 de agosto de 1979, nuestro primer decreto como presidente de la república fue el de restablecer al pueblo el derecho al culto, abriendo así las puertas de las iglesias de todas las confesiones religiosas entonces conculcadas en el país, para que cada ciudadano pudiera practicar libremente el culto de su preferencia
Desde entonces, siempre hemos venido rezando por la Unidad, la Paz, la Justicia y la Estabilidad del país, contra la actual evolución del mundo que parece ir a la deriva, por no respetar los principios de la coexistencia pacífica y demás prácticas del derecho internacional.
A este fenómeno, hemos hecho frente a una crisis petrolera que ha durado más de 10 años, la crisis que podríamos atribuir a la mala voluntad de los países que detentan la economía mundial y adoptan medidas arbitrarias a su favor, sin importarles el destino de la humanidad y de los países económicamente débiles, crisis a la que se ha unido recientemente la situación sanitaria de la COVID-19 y la tragedia del 7 de Marzo del año pasado, que destruyó y causó pérdidas de vidas humanas y de grandes infraestructuras de la ciudad de Bata.
El pueblo de Guinea Ecuatorial actuó bajo el principio de solidaridad para hacer frente a dichas situaciones y Dios nos ha ayudado para no sufrir pérdidas masivas de seres humanos como ha sucedido en otros países, hasta el punto de que la comunidad internacional se pregunta qué medidas ha tomado Guinea Ecuatorial para contener los efectos adversos del COVD-19; pues felicitamos al pueblo por atender a los damnificados, la ayuda internacional vino a constituirse como un agregado a los esfuerzos adoptados por nuestro propio pueblo.
Estimados compatriotas;
Creemos que la finalidad del Día Nacional de Oración es para unificar al pueblo de Guinea Ecuatorial ante cualquier contingencia que se le presente, como lo que le ocurrió con el pueblo de Israel en su éxodo de 40 años de peregrinación hacia la tierra prometida. Todas las iglesias de nuestro país representan a un solo pueblo, debemos solidarizarnos cuando nos percatamos de que el mundo está siguiendo un rumbo adverso o cuando una situación concreta amenaza a nuestro pueblo.
Pues, el futuro es incierto porque solo se programa y se pronostica, pero no podemos asegurar que esta igualdad se logre, si no es por el designio divino.
Estimados compatriotas;
Las guerras europeas amenazan la paz y la estabilidad del mundo y no quisiéramos pensar en el peligro de una Tercera Guerra Mundial, pero, aun así, el resultado será desastroso, puede agudizar la crisis económica, el hambre, la degradación social y las apropiaciones indebidas como lo que ocurrió a los países durante los conflictos internacionales de las épocas pasadas.
Por tanto, nuestra política con respecto a estas guerras es la abstención para evitar que se llegue a la guerra global y, tal como lo recomienda el Papa Francisco, nuestra condición de país carente de ambiciones estratégicas solo nos permite rezar por la paz, porque frente a las potencias en litigio los resultados de esta confrontación son imprevisibles.
Por otra parte, estimados compatriotas, el año 2022 es esencialmente electoral, constituyendo la ocasión en que los enemigos pueden aprovecharse para crear divisiones internas y el desorden en nuestro país.
Hemos vivido 43 años de paz, unas elecciones de solo 45 días, no quisiéramos que nos consideran al desorden, por tanto, pedimos a la población que mantenga la calma, la unidad, la concordia y la tranquilidad; y que las iglesias de nuestro país actúen en consecuencia con todas las demás instituciones del Estado, porque después de este periodo de nuestro pasado reciente, en el que conocimos divisiones y desentendimientos no debemos, por tanto, volver a situaciones ya superadas.
Finalmente, pido en este acto que todas las instituciones públicas del Estado, todas las iglesias reconocidas en el país, todos los partidos políticos que ejercen en Guinea Ecuatorial, junto con la población en general depositemos nuestros corazones a Dios en este momento y roguemos que Dios continúe derramando su gracia al pueblo de Guinea Ecuatorial para que nuestro país conozca siempre una evolución favorable y preserve la paz para las presentes y futuras generaciones por la Unidad, Paz y la Justicia.
Que Dios bendiga a la República de Guinea Ecuatorial
Muchas gracias».