Después de reunirse con los cuerpos de la Gendarmería y Policía, el vicepresidente de la república ha explicado su plan estratégico a los dirigentes de la Corte Suprema de Justicia y a la Fiscalía General de la república en un encuentro mantenido ayer entre Anatolio Nzang Nguema y David Nguema Eyang. En sus conversaciones, Nguema Obiang dijo “para dar coto al elevado nivel de criminalidad de los últimos años la imparcialidad de los jueces es clave porque no se puede lograr el éxito de esta lucha si la parte de la justicia no colabora”.
El encargado de Defensa y Seguridad lamentó el hecho de que siempre que se ha informado sobre acto delictivo se ha investigado y detenido a los responsables, pero se está viendo que la situación no mejora. Por lo que, volvió a pedir ayer la colaboración de los jueces señalando que esta parte de la justicia está fallando.
Nguema Obiang demostró la evidencia, ya que día anterior los medios de comunicación presentaron el caso de un grupo de incriminados que fueron arrestados dos veces y están de nuevo en los barracones de la Policía para un tercer proceso judicial. En este particular, el presidente de la Corte Suprema de Justicia ha ratificado lo dicho por el vicepresidente que “el proceso judicial está siendo adulterado por algunos jueces, cuando dejan en libertad a un delincuente habiendo probado su culpabilidad”.
Igualmente, el presidente de la Corte Suprema de Justicia ha dicho que el sistema guineano tiene las herramientas necesarias para frenar a los delincuentes y, solo se debería ponerlas en marcha, ha insistido que las leyes son muy claras respecto a este particular. De acuerdo a la nueva operación emprendida por el vicepresidente de la república, hasta los jueces podrían sentarse en el banquillo de acusado en los próximos días.
Nguema Obiang Mangue ha declarado la guerra a las pandillas que están proliferando en las dos principales ciudades del país. Actualmente, Bata y Malabo están siendo azotadas por bandas de delincuentes con armas blancas y el encargado de Seguridad se ha propuesto no descansar hasta que se les eliminen de las calles y el pueblo ecuatoguineano pueda dormir tranquilo, sin miedo a asaltos en cualquier momento.