La Catedral de Malabo es un templo de estilo neogótico, único en África, en el que destaca su fachada flanqueada por dos torres de 40 metros de altura y un cuerpo de tres naves que le otorga una visión imponente. Desde su construcción a principios del siglo XX, ha sufrido varias reformas puntuales. Sin embargo, el destino quiso que el 15 enero de 2020 un fatídico incendio causara el colapso de su bóveda central, así como grandes daños internos y de la estructura de su cubierta. Desde entonces, la catedral estuvo en proceso de reconstrucción y rehabilitación. Pero actualmente, luce más imponente que nunca al ser inaugurada el pasado día 15 de agosto del año en curso, por el presidente de la República de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.
El equipo encargado de las obras de reconstrucción y rehabilitación de la Catedral de Malabo está formado por especialistas en tres ramos: construcción, diseño y supervisión. Este equipo técnico, junto con el propio obispado y representantes destacados de la Administración han trabajado en perfecta colaboración y armonía.
Según nos consta, para volver a tener una catedral única, hermosa e icono de la ciudad de Malabo, ha sido necesario pasar por diferentes fases de estudios arquitectónicos, análisis constructivos y esmerada construcción y control de las obras.
Ahora EG (AEG): Según tenemos entendido, hubo una actuación muy rápida del Gobierno desde el día del incendio. ¿Cuáles fueron los primeros pasos que se dieron?
Equipo Rehabilitación de la Catedral (ERC): El primer paso, fue formar la comisión técnica constituida por las mejores empresas relacionadas al mundo de la construcción que operan en el país y los organismos gubernamentales encargados de gestionar las obras para determinar las causas del incendio y las actuaciones inmediatas.
Tras varias visitas de inspección y entrevistas con los responsables activos del cuerpo de bomberos, testigos y representantes de la iglesia, se llega a la conclusión de que el incendio fue causado por un accidente durante las labores de ornamentación.
Una vez determinado el origen, la evolución que siguió el fuego y detectar los elementos afectados, se adoptaron las medidas urgentes de consolidación para evitar que hubiera más colapsos: apuntalar arcos y bóvedas, montar un sistema de andamios estructural y construir una cubierta temporal hasta que se decidiera el proyecto de actuación.
El incendio fue muy grave. Carbonizando toda la estructura de la cubierta, afectando a las torres, provocando una dilatación en la estructura metálica, colapsando la bóveda central, provocando agrietamiento general de todas las bóvedas y un largo etcétera. Todo esto, nos hizo temer que se cayeran más bóvedas o derrumbasen más partes del edificio, como la zona del transepto.
Urgía, por tanto, proteger el edificio antes de que llegasen las lluvias. Con el interés y dedicación de muchas personas, estas actuaciones se realizaron en 45 días. Tiempo récord en este tipo de siniestros.
AEG: ¿Qué es lo más importante que hay que tener en cuenta para afrontar la rehabilitación de un edificio histórico?
ERC: Lo primero es entender el edificio y las técnicas constructivas que se utilizaron en su tiempo. Este entendimiento permite conservar su valor histórico, cultural y patrimonial. Y lo segundo es no empeorar lo que ya estaba mal, haciendo el edificio funcional. Para ello, trabajaron varios grupos especializados, se contrató a un equipo de patrimonio y se desarrolló un proyecto completo por expertos arquitectos en rehabilitación arquitectónica, todo ello, en paralelo con la labor de la propia comisión, quien analizaba y solucionaba la sensible situación con su trabajo diario.
AEG: Ante un acontecimiento tan triste como fue el incendio de la catedral, ¿Cómo os planteasteis el proyecto y la responsabilidad de rehabilitar un edificio como este, con la historia que tiene?
ERC: La forma de abordarlo ha sido siempre con el máximo respeto histórico y hacia su sistema constructivo. Estábamos ante un ejemplo arquitectónico único en el continente africano. Desde la comisión se buscó información sobre este proceso constructivo, cosa que nos llevó hasta la biblioteca de Luba y a estar en contacto estrecho con los representantes de la iglesia que más tiempo llevaban. Fue una experiencia enriquecedora, además de desafiante, por el conflicto inevitable de decidir qué elementos se deberían mantener y cuáles convendrían reemplazar y/o incorporar por los años y los daños que había sufrido la catedral.
AEG: A parte de su dimensión y de estar en un sitio emblemático de la ciudad de Malabo, ¿Qué hace diferente a nuestra catedral respecto a otras iglesias de Guinea Ecuatorial?
ERC: Cuando se concibió el proyecto a finales del siglo XIX, se consideró bastante audaz para ser construido en África. El propio gran maestro Gaudí dio su conformidad estructural, valorando su diseño.
La catedral dispone de una estructura metálica original que la hace coetánea con la torre Eiffel, convirtiéndola así en un edificio a la vanguardia de la tecnología en la época pese al modesto presupuesto del que se disponía.
Esa estructura metálica consiste en pilares de fundición macizo de hierro en todos los pilares de la nave, embebidos en las columnas de piedra artificial de las naves principales.
Asimismo, existe un conjunto muy interesante de arcos y cerchas metálicas que se utilizaron como guía constructiva de los arcos de piedra artificial, necesarios para la construcción de las bóvedas y como soporte constructivo de la estructura de madera de la cubierta. Otro dato curioso es que se utilizaron botellas de vidrio vacías.
AEG: Además del apoyo constante del Gobierno, ¿Se han tenido ayudas externas durante el proceso de la reconstrucción?
ERC: Definitivamente. Empresas y feligreses han donado dinero, materiales y mano de obra. El portavoz de la Conferencia Episcopal de España mostró su apoyo al proyecto y la propia embajada de España desplazó a un arquitecto especialista en patrimonio a Guinea Ecuatorial para aconsejar sobre la reconstrucción. Este especialista ha estado en contacto con el equipo redactor hasta la finalización del proyecto arquitectónico.
AEG: Supongo que habrá habido que tomar muchas decisiones, desde el punto de vista de la redacción del proyecto, ¿Cuáles son los retos y/u obstáculos a los que os habéis enfrentado, siendo la única Basílica en África de estas características?
ERC: El principal reto ha sido intentar conservar lo máximo posible la estructura original y el sistema constructivo, porque después del incendio había quedado muy afectado. Lo más fácil habría sido romper lo viejo y poner materiales nuevos. Obviamente reforzada, se ha mantenido la estructura original del edificio a pesar de las dificultades técnicas que ello conllevaba, pudiendo verse actualmente como testigo de la historia.
En estas intervenciones es normal, las diferentes discusiones técnicas internas ya que el usuario final ha querido modernizar el edificio, y por otro lado los expertos en patrimonio abogaban por preservar y mantener íntegramente su estado inicial. Al final, analizando diferentes aspectos, constructivos, ambientales, litúrgicos y sociales, se ha llegado a una solución intermedia en la que se ha respetado lo máximo posible el valor patrimonial del edificio, se le ha dotado de nuevas instalaciones para mejorar el confort térmico del edificio y de igual modo poder mejorar su función como lugar de culto.
AEG: Los edificios históricos suelen tener problemas o patologías ocultas que aparecen una vez se comienza a trabajar en ellos. ¿Nos podéis contar si ha habido situaciones de este tipo durante las obras?
ERC: Efectivamente. Se han solucionado las patologías que tenía la catedral como las humedades, tanto de capilaridad como por filtración que estaban deteriorando año tras año el edificio. Se ha hecho un gran trabajo en el entorno de la catedral, limpiando y urbanizando el acceso del patio trasero, permitiendo hasta el paso de un camión de bomberos. En el deambulatorio por ejemplo aparecieron fisuras que, a nuestro juicio, podían comprometer la estabilidad de ciertas zonas, por lo que preferimos reforzar la estructura a fin de distribuir mejor la carga portante.
AEG: En el exterior de la catedral ya se notan mejoras como la iluminación, algunos cambios estéticos que hacen que el conjunto sea más uniforme y limpio. La población tiene muchas ganas de volver a entrar y disfrutar de su catedral ¿En el interior pasará los mismo? ¿Qué se va a encontrar el ciudadano cuando entre en la reformada catedral?
ERC: Nuevas tallas sagradas, como la virgen de Bisila. Nuevos retablos, tanto en el altar mayor como en las naves laterales. Se ha sustituido el mármol negro de los zócalos por unos marrones para dar más luz y aumentar la sensación de amplitud, el cambio del mármol del altar, que fue destruido por el colapso de la bóveda del crucero durante el incendio, se han pulido los suelos. También se han cambiado todos los elementos deteriorados por el tiempo y el incendio, como los confesonarios de madera o los impresionantes oratorios elevados de la nave central.
AEG: ¿Qué tipo de materiales y de dónde vienen los que se han utilizado?
ERC: Las piedras, los mármoles y la ornamentación litúrgica, mayoritariamente vienen de España.
La reconstrucción de la carpintería ha sido principalmente realizada con madera del país. Todos los trabajos de albañilería con cemento y materiales, también de Guinea Ecuatorial.
Algunos materiales de la cubierta de Italia, así como las pinturas y morteros de cal adecuados para un edificio monumental.
Los equipos de instalaciones, de diferentes partes del mundo.
AEG: ¿Se ha utilizado sistemas constructivos tradicionales como se construía antiguamente para la reconstrucción o también se han usado nuevas tecnologías?
ERC: Una mezcla de ambos. Se ha tratado de seguir el método constructivo original para no alterar el valor patrimonial. Pero en los lugares que era imperativo utilizar sistemas constructivos modernos, por garantizar la seguridad del edificio, se ha hecho de esa manera.
En este sentido la respuesta correcta sería: depende de los elementos. La bóveda central que se había demolido se ha reconstruido de manera tradicional, pero mejorando la tecnología con aditivos, fibra de vidrio y armado de mallas metálicas, para conferir una mejor estabilidad.
La consolidación de los arcos se ha realizado con tecnología actual, como son los fioccos de fibra de vidrio para consolidar mejor.
Las instalaciones eléctricas, la iluminación, la megafonía, la climatización y los dispositivos de telecontrol sí que son totalmente actuales.
AEG: ¿Se ha intervenido solo en el edificio de la catedral o también en la zona exterior y en los edificios anejos?
ERC: Se ha intervenido en todo el perímetro de la catedral. También en la parte trasera.
Además de lo puramente estético, se han mejorado drenajes e instalaciones.
AEG: ¿Se ha podido mantener o recuperar el mobiliario después del incendio?
ERC: Se ha hecho un esfuerzo por recuperar el máximo posible. Como los púlpitos que se dañaron mucho, los confesonarios, las tallas de madera, otras como el ambón y la balaustrada del Altar de piedra, ha habido que hacerlas nuevas porque quedaron totalmente destrozados.
Muchas de las sillas, por ejemplo, también se han tenido que desechar.
AEG: Se dice que se han hecho muchos cambios en el altar y las ventanas laterales. ¿En qué consisten esos cabios?
ERC: La bóveda central cayó sobre el altar, por lo que evidentemente los cambios eran necesarios en cuanto al mármol, carpintería y accesorios.
El proyecto de ornamentación litúrgica de las vidrieras con motivos religiosos ya formaba parte del proyecto firmado con el arzobispado anteriormente al incendio. Cada vidriera lleva un proceso largo de diseño y ejecución, es todo artesanal y se irán colocando a medida que se vayan terminando de hacer.
La empresa de decoración litúrgica, MONUMENTAL REHABILITATION, formada también por profesionales con experiencia internacional, ha sabido dar el valor monumental a este icono cultural ecuatoguineano. Destacar el trabajo en equipo entre ambas empresas constructoras, como factor determinante para conseguir llevar a buen término las obras y devolver a la catedral su esplendor.