Más de 50 representantes internacionales entre jefes de Estado y de Gobierno y organizaciones internacionales asistieron ayer jueves 15 de septiembre, a la solemne ceremonia de investidura del presidente reelecto de la República de Angola, João Manuel Gonçalves Lourenço.
El acto tuvo tres momentos importantes: el juramento del jefe de Estado y de la nueva vicepresidenta, Esperanza Costa; el discurso del mandatario a la nación y el desfile militar en el que intervinieron efectivos de las Fuerzas Armadas, la FAA y la Policía Nacional, helicópteros, y aviones, entre otros medios castrenses.
En su discurso, el jefe de Estado y Gobierno y comandante jefe de las Fuerzas Armadas de la República de Angola manifestó que la ceremonia de investidura se ha desarrollado en un momento en el que el país está de luto por la muerte su antiguo dirigente, José Eduardo dos Santos.
En presencia de la primera dama, Eugenia María Lorenzo, el líder del Movimiento Popular de Liberación de Angola-MPLA centró su atención en la construcción y rehabilitación de las infraestructuras, la diversificación de la economía, la solución de conflictos internacionales, el fortalecimiento de la política internacional y la lucha contra la corrupción, como algunos de los ámbitos en el que se concentrará su segundo mandato.
Joao Lorenzo finalizó su discurso con los agradecimientos a sus homólogos de diferentes naciones por su presencia en el acto y a la población de Angola, por la confianza renovada en su persona.
Acabada la ceremonia, el presidente de la República de Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema Mbasogo, se desplazó al mausoleo ubicado en la Plaza de Luanda, donde depositó una corona de flores sobre la tumba de quien dirigió la República de Angola entre 1979 y 2017, José Eduardo dos Santos, fallecido el 8 de julio a la edad de 79 años en una clínica de Barcelona.
En el mausoleo, donde también reposan los restos mortales del primer mandatario angolano, Antonio Agostino Neto, fallecido en el año 1979, el presidente ecuatoguineano permaneció en silencio varios minutos como muestra de respeto.