Este encuentro ha tenido lugar en el Palacio del Pueblo y busca fortalecer la colaboración entre el Gobierno y la Archidiócesis en la celebración de los actos religiosos programados para el 17 de noviembre en Malabo. Durante la audiencia, el Arzobispo ha enfatizado sobre la importancia de la fe en la construcción de una sociedad sólida, citando un versículo bíblico que resalta la necesidad de la guía divina en las acciones humanas. «Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles», ha afirmado, subrayando el papel fundamental de la espiritualidad en la vida comunitaria.
Las fiestas patronales de Malabo, que honran a Santa Isabel de Hungría, no solo celebran la historia y la tradición religiosa de la ciudad, sino que también promueven la unidad y el sentido de pertenencia entre sus habitantes. Santa Isabel, una figura venerada desde su canonización en el año 1.235, simboliza valores como la caridad y el servicio a los demás, principios que resuenan en la comunidad local.
Santa Isabel de Hungría, patrona de Malabo, fue una princesa húngara y terciaria franciscana, canonizada por la iglesia católica en el año 1.235 y nombrada patrona de la Orden Tercera de San Francisco de Asís.
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