Dos fuertes explosiones han golpeado la tarde de este martes la capital libanesa, Beirut, causando una enorme devastación en la zona del puerto. En declaraciones ante las cámaras de televisión, el ministro de Sanidad ha asegurado que al menos 50 personas han muerto y más de 2.700 han resultado heridas. Entre estas últimas se encuentran la esposa del primer ministro, Hasan Diab, y su hija.
Las imágenes difundidas por los medios locales y los testigos muestras cómo se produce una primera detonación envuelta en fuego, seguida de una segunda que provoca un hongo blanco y una gran onda expansiva. «Parece una bomba nuclear», ha comentado un testigo
Fuentes de seguridad han afirmado a la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) que las explosiones han tenido lugar en el área del puerto de Beirut, concretamente en un almacén. Poco después, el jefe de la Seguridad General, el general Abbas Ibrahim, concretó que se trató de la detonación de material altamente explosivo -y no de explosivos en sí- confiscado y almacenado «desde hace años» en una nave del puerto. Se trataría de nitrato de amonio.
Los medios locales han ido difundiendo a lo largo de la tarde imágenes de naves arrasadas, edificios y tiendas dañados y personas que yacen en el suelo ensangrentadas, bajo los escombros. Las deflagraciones han podido escucharse a decenas de kilómetros de la capital, según ha podido saber este diario.
La zona del puerto, que concentra hoteles de lujo, zonas de ocio y edificios de oficinas y tiendas, se ha visto inundada de ambulancias, equipos de la Defensa Civil, bomberos y fuerzas de seguridad mientras numerosos heridos caminaban por las calles dirigiéndose a los hospitales, según testigos. Los centros sanitarios intentan hacer frente como pueden a la llegada masiva de víctimas. Entre los heridos hay familias enteras y menores de edad. En las imágenes puede distinguirse a personas que gritan por el impacto de las explosiones, que han hecho añicos ventanas y dañado edificios en un radio de al menos siete kilómetros.