Aprovechando el primer aniversario de lanzamiento del comedor social, fecha que coincide con la conmemoración del mundial de las personas de tercera edad, este sábado en un hotel de la capital, la Fundación Ana Costa ha llevado a cabo la comida benéfica que tenía programada con el fin de recaudar fondos para continuar alimentando, apoyando y asistiendo a los ancianos.
La intervención de Javier Memba Sepa, Director de la Fundación, comenzó con la petición a los presentes de guardar un minuto de silencio por todos los ancianos que estuvieron presentes durante la apertura del comedor social en octubre de 2020 pero que desafortunadamente murieron.
Además de asistencia humanitaria por todo lo que dieron a sus familias y a la sociedad durante el transcurso de sus vidas, especialmente en su etapa social activa, durante los 365 días del año, de lunes a viernes se abren las puertas del comedor social de Sampaka, al que se dirigen actualmente treinta ancianos que encuentran en él también un lugar de ocio y recreación.
Pretendiendo evitar la exclusión social de este grupo poblacional la fundación asiste igualmente a los ancianos vulnerables que por razones de salud no pueden desplazarse.
“El envejecimiento es un proceso natural de la vida. Las experiencias de los mayores constituyen una fuente de sabiduría” dijo Javier Memba quien prosiguió dando gracias a todos los ancianos por las experiencias y enseñanzas transmitidas en este primer año de trabajo, comprometiéndose así a trabajar por mejorar sus condiciones de vida. “Todo principio es difícil, pero todo es posible si se tiene el deseo de seguir adelante».
Además de esto, la ceremonia sirvió para lanzar un mensaje de ser solidarios con nuestra nación y tender la mano a los nuestros sin importar la religión, etnia, grupo social, credo político y etnia. “Es hora de preguntarnos qué puedo hacer por Guinea Ecuatorial y no criticar lo que supuestamente el país no hizo por ti”.
A pesar de ser una institución creada por jóvenes, los socios de la fundación han decidido que por su constante apoyo a la juventud y su respeto a las personas de tercera edad enviarán una solicitud al Vicepresidente de la República para que acepte asumir la función de padrino de fundación para continuar luchando por la causa “creemos que con él al lado caminaremos bien porque él es la persona que entiende el respeto que tenemos que darle a las personas de tercera edad. Para continuar con nuestra misión es conveniente que tengamos a una figura como la de Teodoro Nguema Obiang Mangue para que nos ayude y nos guíe a una Guinea Ecuatorial más humanitaria”
El acto ha estado amenizado por varias actividades como sorteos, una compilación de las danzas de todas las etnias del país, una obra teatral y las actuaciones en directo de rostros conocidos como el de Nélida Karr y Ángel Custodio.
LAS VOCES DE LOS ANCIANOS
También, durante la ceremonia se ha dado voz a dos ancianos presentes a los que Memba Sepa ha pedido libertad total de expresar todo cuanto viven a diario y la realidad de la fundación, testimonios y observaciones que ayudarían a mejorar los trabajos que llevan a cabo.
Don Pedro es un anciano que lleva dirigiéndose al comedor social desde sus inicios.
“Mantener a los viejos es una tarea muy difícil- ha reconocido-. A nivel del comedor nada nos falta y agradezco a todos los que colaboran por la causa hasta que Dios así lo disponga”.
Imelda, otra de las ancianas que tomó la palabra enviudó hace un par de años y a raíz de esta pérdida se envolvió en una depresión y desamparo total “puedo decir que con la fundación he resucitado de nuevo. Pido que no se cansen de nosotros porque no es tarea fácil”.
La fundación Ana Costa trabaja con ancianos de a partir de 65 años de edad que realmente viva en condiciones de vulnerabilidad que la comunidad ha garantizado que no tenga el debido apoyo que como núcleo familiar se espera que tenga. La tercera edad no debe ser sinónimo de exclusión social ni abandono de la sociedad pues para colaborar puedes acercarte al comedor y rellenar la ficha tanto si quieres ser donante como voluntaria; en palabras del director, “se necesita la voluntad y el espíritu de entender que esta labor es importante”.