Al no poder integrar a toda la juventud en la administración pública, Ela Nsue sostiene la firme necesidad de potenciar el sector privado con políticas sociales sostenibles, al ser la clave del desarrollo económico de las naciones.
“Invito a todo los Hermanos Militantes pudientes, realizar obras sociales como escuelas y centros de salud; en el mismo sentido, desde nuestras responsabilidades sociales y laborales, ser solidarios y empáticos con la juventud brindándoles la oportunidad de ser partícipes en el desarrollo de nuestra nación y de nuestro Partido”, ha dicho.
El ponente ha señalado que, en este mundo tan globalizado e integrado, los problemas de la juventud son cada vez más semejantes y conforme a los retos generales de las sociedades y los específicos, gracias a la rápida circulación de ideas, aspiraciones y modos de vida, muchas veces lejos del realismo.
Reconoce que, con la crisis económica y sanitaria, los padres han perdido el trabajo; los jóvenes tienen menos acceso al empleo y las necesidades aumentan las posibilidades de guetos urbanos que pueden justificar; la violencia, la criminalidad como excusa para desconfiar del nuevo marco político económico y cultural en un ambiente en el que las nuevas ideas proponen rápidas y utópicas transformaciones.
“A lo largo pormenorizar el panorama social actual y el conjunto de problemas que presenta en cada coyuntura nos damos cuenta de que los jóvenes no son el problema; ni la delincuencia, ni el paro dificulta o impiden su inserción social”. El ponente cree que existe una necesidad de revisar todo el sistema social básico, definiendo los principios, asumiendo los retos; proponiendo a la juventud un destino consensuado común y comprometiéndose con ellos para conseguir una sociedad mejor.
“En efecto, la escuela y la familia siguen jugando ahora y siempre un papel primordial en los procesos de socialización de una inserción social de la juventud en particular. La urgencia de resolver el problema de la Juventud, puede obviar múltiples problemas que condicionan su inserción social y, sobre todo, su accesibilidad al mercado laboral inmediato”.
Nsue Mangue ha sugerido evitar una condicionantes que anteponemos en la inserción social como; el estudio, como puerta para el disfrute desenfrenado de la Juventud, la búsqueda de ascenso social rápido al margen de la capacitación y formación; la convicción generalizada de que se puede vivir bien, con o sin estudios o se puede trabajar sin formación adecuada.
“Es necesario reforzar la relación formación, empleo, responsabilidad patriótica para la inserción de la Juventud”.