La Policía Nacional ha puesto este miércoles a disposición judicial a tres jóvenes acusados de haber matado a uno de sus amigos con el nombre de «GIGANTE» en el barrio Alcaide de Malabo. Y además, para mofarse de su muerte, usaron su sangre para dejar un mensaje «Gigante vete en paz», según ha podido probar la policía y conforme a investigaciones piensa que el asesinato fue premeditado.
«No le maté porque quería, fue un accidente, él se enfrentó a mí, la gente le detuvieron, al dejar el vaso que él tenia, agarró una piedra pero yo se la saqué y nos pusimos a pelear, es cuando le apuñalé con el cuchillo que conseguí en la casa de un amigo, al herirle me fui a casa a dormir», ha declarado el supuesto asesino.
Fuentes testimoniales señalan que los dos jóvenes estaban disputando un teléfono móvil. «Me cansé de separarles y al ver que no me hacían caso, tuve que apartarme del lugar», ha declarado uno de los testigos.
La policía asegura que «Gigante» murió por la gravedad de las heridas que le dejaron en el cuerpo.