El jueves 30 de diciembre, un barco pesquero propiedad de un ciudadano chino, ha sido secuestrado por piratas en las aguas limítrofes de la República de Gabón y la República de Guinea Ecuatorial.
Según fuentes del Ministerio de Defensa, los ocupantes del barco estaban pescando de manera ilegal; sin el permiso de Guinea Ecuatorial para faenar en esa zona, al ser aguas limítrofes se necesita la autorización de ambos países.
En base a las normas, para que un pesquero faene en las aguas de Guinea Ecuatorial, debe obtener la autorización del Ministerio de Defensa y el de Seguridad para recibir asistencia en caso de una emergencia o lo que fuera. Esta compañía pesquera, al meterse en dichas aguas ilegalmente y el país no teniendo constancia de aquello, no les puso seguridad ya que no estaba enterado de esta actividad.
La delincuencia marítima se ha ido extendiendo como una mancha de aceite por todo el Golfo de Guinea. Hace un tiempo el foco estaba en Nigeria, hoy todos los países del entorno sufren el azote de la piratería. El informe de la Oficina Marítima Internacional (IBM) recoge que en el primer trimestre de este año se contabilizaron 16 ataques.
Ésta es una situación que afecta a los Ministerios de Defensa y Seguridad Nacional, los cuales despliegan todos sus esfuerzos no solo para combatir contra la piratería sino también para acabar con la pesca ilegal en las aguas de Guinea Ecuatorial.