Cientos de destajistas que trabajan en el almacén central de Martínez Hermanos de Malabo se han hecho una piña y han decidido paralizar los trabajos, si la empresa no cumple con el mandato del vicepresidente de la república, Teodoro Nguema Obiang Mangue, quien ordenó a la empresa liquidar a los trabajadores y ofrecerles contratos laborales.
Desde la visita de Nguema Obiang Mangue a los almacenes de Martínez, los destajistas fueron enviados al Ministerio de Trabajo para que les practicasen la liquidación. Sin embargo, hasta la fecha, no tienen ninguna solución. Afirman que el Ministerio de Trabajo ha hecho su labor, pero la empresa se niega a pagar.
«Nos mandaron al Ministerio de Trabajo para practicar nuestras liquidaciones de cada año de trabajo y firmar contratos, pero llevamos semanas no hay solución. Sufrimos, aquí nos maltratan, hemos visto que no podemos trabajar si no se arregla esta situación», nos cuentan los chicos.
En los almacenes de Martínez Hermanos hay jóvenes que llevan trabajando 12 años sin contratos y sin ninguna consideración. Denuncian, además, malos tratos; «este es el almacén central de Bioko Norte, hay gente que lleva 12 años trabajando, solicitas contrato nadie hace caso. Aquí te echan por tomar una “X RAY” que están a punto de tirar», han expresado los destajistas.
El mayor problema al que se enfrentan los destajistas ahora es que, a pesar de que el Ministerio de Trabajo haya practicado las liquidaciones, la empresa no quiere ejecutar los pagos. Además, alegan no tener a destajistas ni trabajadores extranjeros.
«Hay muchos nombres que faltan en la lista general que llevamos a la oficina de Martínez. Si niega nuestra existencia, todos los movimientos y la trayectoria que lleva, quiénes hacen ese trabajo».
«Me llamo Yaya Karacudjo, llevo 8 años trabajando con Martínez, desde antes de construir este almacén, pero la empresa dice que no nos reconoce, no tiene extranjeros trabajando aquí y, nuestros nombres no aparecen en su lista». Por lo que, piden que las palabras del vicepresidente Nguema Obiang Mangue no sean en vano.
