El manejo del teléfono móvil a la hora de conducir es un comportamiento que caracteriza a los conductores y taxistas de Malabo. Según ha comprobado un equipo de esta Redacción, la mayoría de los conductores mientras conducen utilizan sus teléfonos móviles para enviar mensajes, realizar llamadas o navegar en las diferentes aplicaciones instaladas en estos dispositivos, pero esta actitud no solo pone en riesgo la vida del mismo conductor, sino también la de sus pasajeros y otros usuarios de las vías.
“El otro día le dije a un taxista que dejara de manejar su teléfono mientras conduce y el señor, en un tono arrogante, me respondió tranquilamente que no me preocupara, que sabe lo que hace”, cuenta una señora de 50 años, quien dice no entender porqué son “tan descuidados los jóvenes de hoy en día”, se preguntaba.
El teléfono móvil supone un instrumento de distracción que, obviamente está vinculado a muchos de los accidentes de tráfico que se producen en el país. Realizar varias tareas al volante, como contestar una llamada, enviar mensajes o hacerse una foto, reduce la capacidad de atención y reacción, y aumenta el tiempo de respuesta ante situaciones imprevistas. “Es increíble cómo la gente es tan inconsciente aquí con su seguridad. Cada vez que le he llamado la atención a un conductor sobre el manejo del teléfono, siempre lo han tomado como un ataque y se han puesto a la defensiva”, señala una ciudadana.
La comodidad y seguridad de los ciudadanos debe ser una prioridad en el servicio del transporte. Sin embargo, el uso del teléfono móvil por parte de los taxistas está provocando que los usuarios viajen con mucha incomodidad y peligro. “Cogemos un taxi con el miedo de si llegaremos sanos y salvos a nuestros destinos”, dice un señor.
Según se ha observado, varios taxistas tienen creados grupos de WhatsApp donde interactúan entre ellos mismo mientras prestan el servicio. Durante la investigación, se ha constatado que éstos están organizados y conectados a través de las redes sociales para controlar y alertarse entre sí sobre las zonas donde se encuentran los agentes de tráfico, actuando como si estuvieran sentados en los sofás de sus casas, enviando audios constantemente a los grupos para avisar a los demás sobre la ubicación de los agentes de tráfico. “Hablan con códigos como si fuesen de la seguridad presidencial o de las fuerzas armadas. Le dije a uno que no podía enviar mensajes conduciendo al mismo tiempo, y me respondió que si quería que bajara de su coche, porque no va a permitir que le cojan el vehículo por un 500 o 1.000 que le voy a dar”, cuenta un joven que asegura haberse quedado impactado con la respuesta del señor y al ver cómo el hombre, inconscientemente ponía en peligro su seguridad.
Cuando un conductor se distrae, ya sea manejando el móvil, jugando con alguien o centrándose en poner la música en el coche, no solo está poniendo en riesgo su vida, sino también la de aquellos que viajan con él. “A veces, entras en ansiedad y le pides a Dios que sea él quien tome el control en esta situación. Es difícil hablar con las personas en nuestra sociedad. Todo el mundo es rebelde y todo les sienta mal, pero no tienes otra opción, porque quieres irte a casa, aun sabiendo que el taxista es un tipo irresponsable”, lamenta un señor.
Manejar el teléfono móvil conduciendo aumenta las probabilidades de sufrir accidentes, donde los conductores distraídos tienen un tiempo de reacción menos preciso a las señales de tráfico.
El Código de Circulación establece normas para promover un entorno de conducción seguro, y se busca sensibilizar a los conductores sobre este comportamiento. Pero, ¿Cómo se puede controlar y evitar que un conductor o taxista deje de manejar su teléfono mientras conduce un vehículo? “Es difícil, para no decir imposible”, responde un agente de tráfico, quien considera que es importante abordar este tema y llamar a la conciencia. “Desde nuestra posición es un poco complicado detectar esa actitud, porque no vamos en los coches. Un conductor puede venir manejando el móvil, pero cuando llega en una zona donde estamos, o nos ve de lejos, deja el teléfono. A este no se le puede sancionar, porque no ha sido pillado in fraganti. Lo único que creo que podría traer solución a este problema es solo si los usuarios empiezan a denunciar a los taxistas que se comportan de esta manera. Si te deja el conductor en tu destino, coges la matrícula de su coche y vas a poner una denuncia o queja en tráfico”, aconseja el agente.
Este comportamiento de los conductores, concretamente los taxistas es un tema que preocupa e intranquiliza a los ciudadanos. La seguridad y la comodidad de los pasajeros debe de ser una prioridad dentro del servicio que prestan a la ciudadanía, y es de máxima importancia que tanto los conductores como los pasajeros sean conscientes del peligro que supone la distracción cuando uno maneja un vehículo.
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