Muchos consumidores se ven cada vez más frustrados, por la mala atención que reciben en diversos establecimientos del país, y alegan ser víctimas de la falta de cortesía por parte del personal, además de las largas esperas que tienen que aguantar antes de ser atendidos, así como la deficiencia de muchos empleados, quienes muestran su incapacidad para resolver eficazmente los problemas que les son presentados.
Este medio ha salido a la calle para entrevistar a algunos ciudadanos, y la mayoría de los entrevistados afirman haber experimentado una mala experiencia en cuanto a la atención al cliente en el último año. Los principales problemas reportados incluyen: empleados poco amables y desinteresados, tiempos de espera excesivos y la falta de conocimiento por parte del personal para dar soluciones a las quejas y los reclamos. «Hago filas interminables, y cuando por fin me atienden, los empleados parecen molestos y sin ganas de ayudar», comenta Trinidad, una clienta de un banco. «Muchas veces he salido frustrada del banco, porque alguna cajera me ha tratado como si fuera su rival”, añade.
«Mis amigas y yo fuimos a un restaurante un domingo y en lugar de salir a despejarnos, la camarera nos arruinó la estancia en este local. El trato fue pésimo. Parecía que alguna de nosotras tenía un problema personal con ella. Traía los pedidos cuando la daba la gana, pedidos que hicimos más de una vez. Recuerdo que una de mis amigas la dijo que debería de ir a la escuela de atención al cliente y ella respondió si queréis no volváis más, acaso sois las únicas personas que hay en este país», nos cuenta Alicia, otra indignada.
Algunos ciudadanos señalan que este comportamiento puede tener un impacto negativo en la reputación y lealtad de los clientes hacia un negocio, y recomiendan a los responsables de los establecimientos invertir en la capacitación de su personal, implementando protocolos de atención efectivos y fomentar una cultura de servicio orientada al cliente. «Es fundamental que las empresas comprendan que la calidad en la atención al cliente es clave para mantener y fidelizar a su base de consumidores», dice Juan Asumu.
Los ciudadanos encuestados también aseguran que algunas de las estrategias como la capacitación del personal, para que adquiera las habilidades y conocimientos necesarios para brindar un servicio de calidad puede ayudar a mejorar el servicio de atención al cliente en un establecimiento. «Yo, creo que los dueños de los comercios deben centrarse más en sus clientes, porque son los que hacen que sus negocios salgan a flote y si un cliente no se siente satisfecho con el servicio que recibe no volverá a ese negocio por el mal trato de la dependienta», nos cuenta un lector.
En resumen, estas malas prácticas por parte de los dependientes pueden llevar a consecuencias como la pérdida de clientes, el deterioro de la imagen y reputación de la empresa.
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