La peculiar manera de comunicar estos anuncios suscita dudas en relación a su impacto en la vida social, teniendo en cuenta el carácter informal de la mayoría de estas ofertas, que abarcan puestos como: peluquero, camarera, niñera, conductor de taxi, trabajadora del hogar y/o vendedor ambulante, entre otros. Generalmente, dichos anuncios son difundidos a través de canales de WhatsApp y suelen presentar formas poco profesionales y con muchos errores ortográficos, además de utilizar un lenguaje despectivo, reflejando de este modo el nivel de cultura de ciertas personas y su falta de respeto hacia los demás.
Un empleador que no se toma el tiempo de redactar correctamente un anuncio de trabajo, ¿podría garantizar buenas condiciones laborales a sus empleados? Es solo una de tantos interrogantes que se presentan al respecto.
Rebeca, una joven de 23 años quien consiguió trabajo a través de estas ofertas, cuenta lo siguiente: «En principio, me pareció una suerte porque estaba muy necesitada. Me llegó un WhatsApp de una amiga sobre una oferta de trabajo que decía que necesitaban una camarera para un restaurante. Contacté a la persona y acordamos una entrevista. Al inicio, me dijeron que solo me dedicaría al trabajo de camarera, que entiendo que es atender los pedidos en cada mesa. Sin embargo, tras unos meses de trabajo, el administrador del local me sentó y me dijo que también tenía que limpiar la cocina”, relata.
David, otro ciudadano que ha pasado por una experiencia similar, explica que su necesidad de empleo lo ha llevado a experimentar momentos de desesperación. «Hay días que duermo incluso en el local donde trabajo como preparador de shishas. Me dieron un horario de trabajo totalmente diferente al que estoy aguantando ahora», dice. La lucha por obtener ingresos ha llevado a muchos jóvenes como Rebeca y David a sentirse engañados por empleadores que publicaron anuncios prometiendo condiciones de trabajo aceptables. Los testimonios de ambos evidencian que la calidad de comunicación de los autores de estas ofertas es tan deficiente como las condiciones laborales que imponen a sus empleados, quienes a menudo se enfrentan a situaciones de explotación laboral.
Esos anuncios de trabajo que se difunden a través de WhatsApp, muchos de ellos contienen varias faltas de ortografía y frases como: “la chica debe ser atractiva, guapa; la chica debe ser seria y simpática”, requisitos que revelan que detrás de estas ofertas hay empleadores que difícilmente puedan garantizar unas condiciones laborales dignas.
A diferencia de la formalidad que emplean las empresas y entidades públicas en el proceso de reclutamiento, los anuncios objeto de este análisis, son elaborados en su mayoría por los gestores de negocios como: bares, discotecas o tiendas, y lo más repugnante de estas ofertas es la falta de consideración hacia los demás, que queda reflejada desde la ortografía de dichos anuncios, hasta el trato que dan a los empleados, una vez hayan sido reclutados.
Naturalmente, un empleador que comunica claramente las condiciones laborales, como las tareas que realizará el empleado, su horario, las condiciones de trabajo y los beneficios que obtendrá, es más propenso a ofrecer un entorno laboral justo.
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