El pasado martes después de que se conociera la noticia de final trágico de un padre y sus dos hijos menores de edad en Sampaka, la Policía Nacional abrió una investigación para esclarecer y comprender qué pasó aquel lunes 9 de mayo.
La Policía ha destacado en su informe preliminar que el crimen fue un hecho premeditado por un tercer implicado y ha descartado que el padre hubiera asesinado a sus hijos y se hubiera suicidado, después de un mensaje que recibió un primo del difunto el martes a las siete de la mañana.
Dicho mensaje advertía al primo que informara a la hermana del difunto que éste acabaría tanto con su vida como la de sus hijos, «(N.º tel.) llama a este número ahora es de mi hermana me voy a suicidar con mis hijos ahora. Lo siento mucho joven», decía.
La familia llamó al número desde el que se envió el mensaje, pero nadie contestó a pesar de que sonó. En el segundo intento saltó el buzón.
Otra de las pistas que está siguiendo la Policía es una carta que dejó el fallecido. Tanto la firma como el tipo de letra difieren de la del difunto.
La Policía también está al tanto de los problemas que tenía el difunto con su novia por su entrada en una iglesia pentecostal y una denuncia que éste había interpuesto contra ella aunque ninguno de los dos compareció a la cita. La novia ya se encuentra en las dependencias policiales donde rendirá su declaración.
La Policía considera que los autores dejaron el escenario del crimen bien organizado pero todavía queda por esclarecer por qué el padre de los niños, y primer sospechoso del crimen durante las primeras hipótesis, tenía las manos atadas cuando le encontraron ahorcado.