La agencia de viajes Viaja y Punto, en colaboración con la fundación Ana Costa organizaron el pasado sábado una visita guiada al Parque Nacional de Malabo para los ancianos de la organización que se apuntaron, pero los inicios de esta excursión no fueron lo que se esperaban.
Según la autorización que traían los visitantes, la excursión sería de cuatro horas desde las 11 de la mañana hasta las tres de la tarde. A las 12:02 del mediodía llegaba el autobús que traía a bordo a los ancianos de la fundación. En el acuerdo, además del horario y la relación de los asistentes e información complementaria no menos importante, figuraba que los visitantes deberían ser asistidos de un personal del parque, quien les acompañaría y les mostraría el recinto durante las horas acordadas.
El personal de la entrada del parque no tenía siquiera información de que llegaría un grupo de personas a una visita guiada, y a pesar de que les mostraron la documentación y todo por cuanto habían pagado ninguna de ellas fue capaz de llamar ni encargarse de buscar a un guía que cumpliera con los servicios solicitados. Alrededor de 45 minutos después de tanta espera y varias llamadas a los del departamento comercial del parque, los organizadores de la excursión decidieron realizar el tour que tenían previsto por su cuenta.