El pasado 17 de junio, la explanada del Ministerio de Hacienda se convirtió en un lago tras las lluvias que se produjeron en la mañana. A este respecto, Francisco Pascual Obama Asue, primer ministro del Gobierno, se desplazó ayer a Hacienda para informase sobre el estado actual del edificio y los trabajos que se han hecho desde el infortunio.
Para extraer y expulsar el agua, los técnicos de obras públicas han colocado varios sistemas con nueve bombas. Tomás Esono Nsue Aya, secretario de Estado encargado de Obras Públicas, ha asegurado que los técnicos sacaron 300.000 litros por hora consiguiendo vaciar el sótano y toda la plataforma. Se ha estado trabajando también en el restablecimiento del suministro de la electricidad desde el lunes día 20, ya que la zona estaba a oscuras y hasta ayer se había logrado el 70% del suministro, el bloque B que no tenía luz.
Según el estudio que se ha llevado a cabo para determinar las causas de la inundación, Tomás Esono ha admitido que se debe a una desviación del curso normal del río Timbabé. Según sus palabras, una empresa que tenía una cantera realizó una desviación del río a la cota de 115 metros de alto en relación al nivel del mar. «Al no realizar una desviación correcta y protegida esta ha ido inundándose y arrastrando maleza y otros desechos, lo que ha contribuido a aumentar su caudal en la época lluviosa y consecuentemente inundar todo el barrio Pérez y el Ministerio de Hacienda».
El primer ministro del Gobierno ha asegurado que deben exigir al autor la responsabilidad de los hechos para evitar que se produzcan en el futuro otras catástrofes de la misma índole. A lo que el encargado de obras públicas ha añadido, «vamos a hacer un estudio de todas estas aguas para elaborar un proyecto que pueda canalizar mejor y drenar todas estas aguas».
Tomás Esono insiste en que la población acuda tanto al Ayuntamiento como al Ministerio de Obras Públicas antes de construir sus inmuebles, para que se determine si se puede edificar, ya que las zonas de puntos bajos son más vulnerables. También les informarían sobre la franja que deben reservar entre el curso natural del río y la edificación «es importante que la gente no construya en zonas con alta vulnerabilidad de inundaciones y en zonas no edificables», ha asegurado.