Las imágenes del menor Eliseo Mba Nguema se han hecho virales en las redes sociales, violando la intimidad del fallecido. La familia del pequeño ha denunciado en la gendarmería la difamación y publicación de las fotos de su hijo en las redes sociales. También se ha corrido la voz de que el menor fue violado, información que han proporcionado los médicos que atendieron al menor por primera vez y que desmienten los padres del pequeño de 13 meses cuyo cuerpo sin vida ya fue enterrado el pasado domingo.
El menor fue llevado el viernes al Hospital Loeri Comba donde, según el documento emitido por este centro médico, el menor de 13 meses habría sido violado. La versión médica sobre la violación del menor la defendió Benito Ndje Mañe, médico de Loeri Comba, que asistió al niño fallecido. Certificó en su informe que encontró sangre en los calzoncillos del bebé, lo que le motivó a continuar con su evaluación. Se encontró también con una perforación anal en el bebé y ha indicado que antes de tomar una decisión, pidió a la enfermera que convocara a los otros médicos de turno para escuchar sus opiniones antes de elaborar su informe final.
Las imágenes sobre lo sucedido fueron compartidas en un grupo de WhatsApp de médicos de este hospital. Rosario Bindang, jefa de guardia aquel día, fue la que envió las fotos al grupo pero afirma que su intención nunca fue para que estas se compartieran en las redes sociales. Ella ha declarado que generó un escándalo entre los médicos ya que además de ella, otros tenían las imágenes del pequeño.
«Nos suelen pedir que hagamos fotos para tener evidencias y pruebas y lanzarlo en el grupo privado que tenemos en urgencias, es lo único que hice, solo para seguir las ordenes de mis superiores, no era una intención de manipular la imagen o violar la intimidad del pequeño», explica la implicada.
La familia no entendía la muerte repentina de su pequeño. Según el padre, los médicos le prohibieron la entrada porque estaban a la espera de las autoridades policiales y el director técnico del hospital que ya habían sido informado de la violación del niño. A la llegada de los agentes, se iniciaron los interrogatorios a los profesionales que atendieron al niño para esclarecer los hechos y por un presunto delito de violación de la intimidad de la víctima.
Los padres rechazaron esta versión de los médicos y ya con los agentes policiales buscaron una segunda opinión médica, contactando los servicios de Sanidad Militar a cargo de Miguel Ovono Mba, quien dio una versión contraria al médico de Loeri Comba. El médico militar ha indicado que la única forma de determinar la causa de la muerte del menor es haciendo ciencia y que éste deceso se pudo haber producido por tres razones diferentes a una violación ya que no había signos de violencia en la región anal.
«Cuando examiné al niño encontré lesiones de una diarrea crónica y no violación, si fuera así, habríamos encontrado heridas en el ano y estaba intacto. Pudo haber muerto también por anemia crítica, ya que la forma en la que estaban las mucosas era similar a un caso anémico crítico o una posible intoxicación por la hierba que le ponían para la lavativa», decía el médico de la Sanidad Militar.
La familia del niño, indignada por la propagación de la imagen del niño en las redes sociales, pide que se haga justicia. Al mismo tiempo este caso ha destapado pruebas de la falta de atención médica en los hospitales del país y falta de ética profesional en algunos sanitarios.
Gendarmería sigue con las investigaciones para encontrar al médico que compartió las fotos en las diferentes redes sociales.
La gendarmería sigue con los análisis del caso aunque a ciencia cierta, con las dos versiones médicas no se ha determinado cuál es la causa real del deceso del pequeño de un año y un mes de vida.