Primero fue Snapchat, luego Instagram y el resto de las propiedades de Facebook. Ahora, hasta LinkedIn parece haber sucumbido a los encantos del formato de historias efímeras; mensajes, fotos y vídeos que se borran pasadas 24 horas. En la lista faltaba Twitter, cómo no, y hoy la compañía ha anunciado que activará oficialmente y a nivel mundial los fleets, su versión de esta función de mensajes perecederos.
Los fleets son más parecidos a una historia de Instagram que a un tweet. Son claramente gráficos, ocupan toda la pantalla y se organizan en la parte superior de la nueva versión de la app de Twitter con círculos que muestran la foto de quien los envía. Pueden contener un tweet, vídeos o fotos y se pueden adornar con diferentes tipografías y fondos de colores.
A diferencia de los tweets, los fleets no pueden ser marcados con un ‘like’ o ser retuiteados (¿refleetados?), aunque sí se podrá responder a ellos. Estas respuestas llegarán como un mensaje directo a los autores, si lo permiten.
La función ha estado en fase de pruebas en Brasil, Italia, India y Corea del Sur, y Twitter asegura que ha ayudado a muchos usuarios a ser más activos en la red social. Twitter lleva varios años estancada en número de usuarios registrados, aunque crece en usuarios activos mensuales y diarios.
Sin embargo, muchos de estos usuarios no tuitean, son solo consumidores pasivos de los mensajes que se publican en la red social. Con la nueva función, Twitter espera que muchos pierdan el miedo a compartir sus pensamientos en público, sabiendo que no pueden ser replicados por otros y que las respuestas no serán públicas.
La aplicación oficial de Twitter recibirá la nueva función en iOS y Android a lo largo de los próximos días.
Chats de voz
Además de los fleets, Twitter comenzará a ofrecer en los próximos días otra función: salas con conversaciones de voz públicas y en directo.
Bautizada como Audio Spaces, estarán disponible en un primer momento sólo en algunos mercados y para un número reducido de usuarios. Twitter va a impulsar primero la función entre colectivos que suelen ser víctimas del acoso en la plataforma.
Estas salas permitirán a los seguidores escuchar las tertulias en tiempo real y ver transcripciones automáticas de lo que se cuenta, pero los administradores de la sala tendrán control en todo momento de quién puede participar.
En cierto modo, esta es una función que recuerda a la de la red social Clubhouse, que por ahora no está abierta al público (requiere invitación) pero que se ha convertido en la nueva obsesión de los inversores de capital riesgo de Silicon Valley.