En el programa establecido destaca el rociamiento residual intradomiciliario en toda la isla, así como el manejo de la fuente larvaria. También se van a explorar otras medidas de control y otros químicos con larga duración de acción como larvicidas y cebos tóxicos de azúcar.
Se realizará un testeo masivo y tratamiento en las zonas calientes para establecer una línea de base en relación a nuevas intervenciones. Además, se administrarán medicamentos durante la temporada de alta transmisión y se reforzará el equipo distrital en zonas de alta transmisión para la implementación de actividades de vigilancia integrada de enfermedades.
Se va activar y capacitar a los agentes comunitarios de salud para promover actividades sanitarias a nivel comunitario (búsqueda activa de casos con énfasis en paludismo debido a la necesidad, pero con un enfoque en otras enfermedades/necesidades sanitarias).
De igual modo, se realizará una vigilancia epidemiológica a nivel comunitario para la referencia de casos sospechosos; así como se apoyarán las actividades de control vectorial; la formación de los líderes comunitarios para optimizar la concienciación sobre temas relacionados con el paludismo, la educación de la comunidad para aumentar la aceptación del rociamiento residual intradomiciliario (RRI), y la participación en el manejo de criaderos (modificación del hábitat de las larvas).
Finalmente, está programado un involucramiento multisectorial y de las autoridades locales y ministerios (Obras Públicas, Interior), ayuntamientos, autoridades militares, sector privado (construcción), etc.