La enfermedad de Alzheimer se considera la nueva epidemia del siglo XXI. Se estima que para el año 2050 el número de personas con alzheimer ascienda a 131.5 millones.
Alrededor de la persona con la enfermedad de Alzheimer están sus cuidadores que pueden ser sus propios familiares o gente especializada en esos cuidados, que van adaptándose a las necesidades que requiere la persona, para hacerles el día a día más fácil e intentando mantener al máximo su autonomía. Sin embargo la vida de esa gente que se encarga de cuidarles cambia totalmente ya que necesita invertir todos sus esfuerzos en el cuidado y atención de la persona.
En ese día tan especial para todas esas personas que padecen de dicha enfermedad, los redactores del periódico digital Ahora Eg hemos entrevistado a Carmen, Juana y a Silvia que conviven con su abuela que padece de dicha enfermedad.
¿Cómo detectasteis que vuestra abuela padece de Alzheimer?
Todo empezó en la ciudad de Ebibeyin donde vivía con nosotros tras la muerte de su marido (nuestro abuelo) en 2009, cuando empezó a tener comportamientos extraños y pocos habituales en ella, tales como como salir sucia a la calle cuando ella siempre ha sido una mujer muy higiénica, empezó a descontrolar el dinero de tal manera que no sabía que había hecho con él, su carácter empezó a cambiar poco a poco de tal forma que se volvía agresiva y sobre todo la confusión de los nombres de la gente con la que convivía cosa que no era habitual en ella.
¿Era consciente de los problemas que tenía, cómo lo afrontó cuando le diagnosticaron Alzheimer?
Al principio ella negaba estar enferma. La primera vez que conseguimos llevarla a un neurólogo, con las pruebas que le hicieron diagnosticaron que padecía de Alzheimer, no se lo creía de hecho tuvo que buscarse otro médico que era amigo suyo que le dio el mismo diagnóstico tras realizar varias pruebas. Fueron unos meses muy complicados, después de varias charlas entre la familia, el médico amigo de ella, la convenció para que pudiera seguir bajo tratamiento a fin de controlar la evolución de esta enfermedad. En ese momento la familia decidió evacuarla a España donde nos confirmaron lo mismo, es cuando ella acepta que realmente esta enferma y que necesitaba ayuda.
Durante los cinco años que ha estado ella en España bajo tratamiento y el cuidado de los médicos se ha podido más o menos controlar la enfermedad.
¿Cómo se adaptó la familia a estos cambios de comportamiento que presenta ella?
La verdad es que al principio fue muy complicado, la familia es muy numerosa y no todos opinamos lo mismo. Unos veían que la abuela estaba mal que ya no podía vivir sola mientras otros no querían aceptar la enfermedad.
Fueron momentos muy difíciles, desacuerdos y discusiones entre sus hijos ya que nadie aceptaba cuidar de su madre en ese estado. Hasta que nosotras las nietas decidimos cuidar de ella al ver que la abuela lo estaba pasando mal en la casa de sus hijos y que la enfermedad evolucionaba de manera rápida.
Desde 2017 ella vive con nosotros aquí en Malabo, en el barrio paraíso. Desde que vino de España está siendo asistida por varios médicos del hospital Loeri Comba entre ellos neurólogos y psicólogos, los cuales están haciendo todo lo posible para que la enfermedad no se acelere ya que no tiene cura pero si se puede controlar mediante tratamientos y diferentes pruebas para conocer la evolución de la misma, sobre todo el buen cuidado. Ellos a su vez nos explicaron la enfermedad, sus consecuencias, cómo cuidarla, entre otras cosas.
¿Qué cambios han ido surgiendo durante todo este tiempo?
Muchos, a medida que pasa el tiempo la vida de nuestra abuela va siendo cada vez más complicada ya sea en casa como fuera de ella.
Nos damos cuenta que está perdiendo la memoria, la capacidad de valerse por sí sola para realizar actividades, ya sea la higiene personal como las tareas básicas de casa, cosa que la altera constantemente; la capacidad de expresarse, de hecho puede quedarse un día entero sin hablar cosa que no es bueno para su salud según sus médicos, de hecho procuramos dialogar con ella cada rato, poner alguna película que sabemos que le va a gustar a fin de que la comentemos entre todas o hacerla recordar los nombres de los diferentes miembros de la familia mediante un juego con el propósito de hacerla hablar.
Complicaciones en su aseo, en caminar, etc. Hasta que hace dos meses que se rompió la mano derecha situación que ha ido complicando por un tiempo la capacidad de comer, vestirse sola entre otras actividades.
¿Cuáles son las necesidades actuales de vuestra abuela?
Para ser sinceras, nuestra abuela tiene solo una necesidad y creemos que es muy importante para su salud la cuál es que la dediquemos tiempo suficiente
Y eso se debe a que todas salimos por las mañanas a trabajar para regresar a las dos, tres de la tarde de hecho procuramos ducharla, prepararla el desayuno y lo más importante los medicamentos.
Ante esa situación los médicos nos recomendaron dialogar con ella, contarla chistes una vez que lleguemos a fin de calentarla la mente es como una especie de terapia para ella.
¿Qué le diríais a la gente que está pasando por esta situación y no saben cómo afrontarla?
Que tengan mucha paciencia y mucho amor hacia el enfermo, que no piensen que es cosa del otro mundo o brujería como suelen decir creer muchos. Es verdad que es una enfermedad que no tiene cura pero con la medicación, el amor y las terapias pueden hacer que la calidad de vida del enfermo sea un poco mejor.
Muchas gracias
Gracias a vosotros por brindarnos esta oportunidad.
El alzheimer es una enfermedad mental incurable que va degenerando las células nerviosas del cerebro y disminuyendo la masa cerebral, de forma que los pacientes muestran un deterioro cognitivo importante que se manifiesta en dificultades en el lenguaje, pérdida del sentido de la orientación y dificultades para la resolución de problemas sencillos de la vida cotidiana.
No existe un tratamiento para prevenir la enfermedad ni para frenar el avance. Sí que se prescriben medicamentos que ayudan con algunos síntomas de la enfermedad y para mejorar la calidad de vida de los pacientes, pero solo suele ser útil en las primeras fases, perdiendo su utilidad en fases más avanzadas.
Una vez que aparecen los primeros síntomas, los pacientes van degenerando y se van volviendo más dependientes, de forma que hay que ayudarles para vestirse, asearse, comer. Poco a poco se harán imprescindibles los cuidados permanentes de un cuidador.
El alzheimer no solo afecta al enfermo sino a sus familiares y entorno, ya que es muy duro ver el deterioro de una persona querida.
Se sabe que las primeras lesiones pueden aparecer unos 15 o 20 años antes de que se muestre algún síntoma, y aparecen en la región del cerebro llamada hipocampo, que se encarga, entre otras cosas, del aprendizaje y la formación de nuevas memorias. De ahí se extienden a otras partes del cerebro, cuando ya aparece el deterioro cognitivo, que finalmente desemboca en demencia.
Aunque no hay evidencias científicas, se piensa que el origen de la enfermedad del alzheimer se debe a una combinación de factores de riesgo, algunos de ellos no modificables, como la edad o la genética). Pero sí que existen algunos factores modificables, de estilo de vida.
En este sentido, el Comité de Médicos por una Medicina Responsable publicó un estudio en donde se presentan siete hábitos que podrían reducir entre un 70% y un 80% la presencia del Alzheimer, y son los siguientes:
- Reducir el consumo de grasas saturadas.
- Hacer de las verduras, frutas, legumbres la base de la pirámide alimenticia.
- Consumir alimentos con vitamina E.
- Consumir alimentos con vitamina B12.
- Evitar los multivitamínicos con hierro y cobre (a menos que lo indique un médico).
- Evitar cocinar en ollas y sartenes de aluminio.
- Mantenerse activo físicamente.