Fumar shisha se populariza cada vez más en la sociedad ecuatoguineana, sobre todo en personas que compran este aparato y se juntan con los amigos en casas, fiestas, establecimientos turísticos, entre otros. También su consumo se ha extendido en locales de ocio como negocio. Como se usa tabaco con sabores, parece que no se estuviera fumando algo nocivo y al mismo tiempo, los fumadores de estas pipas de agua podrían pensar que es menos dañino que el tabaco y algunos incluso creen que es una alternativa mejor a los cigarrillos, al parecerse más cómodo y elegante.
Una de las principales razones por la que las personas de nuestra sociedad optan por fumar shisha en cualquier momento podría ser porque genera diversión, su sabor aromatizante y su olor atraen a las personas de cualquier edad y parece más bueno. No obstante, dentro de este olor aromatizante se encierran unas de las consecuencias negativas para la salud, por eso la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica advierte que una sesión de shisha equivale a fumarse un paquete entero de cigarrillos y es más, una sesión típica con este método de fumar equivale a inhalar 200 veces el humo de un cigarrillo.
Dentro de otros riesgos, está el carbón que se utiliza en estas pipas el cuál contiene sus propios tóxicos. También está el riesgo de compartir la boquilla entre un grupo de amigos, pues puede originar infecciones. La mayoría de los consumidores no está informada adecuadamente sobre qué es lo que en realidad están fumando y las posibles consecuencias para la salud.
En muchas ocasiones, las sesiones con pipas de agua pueden prolongarse por horas, por lo que el número de inhalaciones es mucho mayor que con un cigarrillo, lo que supondría que el consumo de la shisha perjudica la salud igual o más que el cigarrillo.