Cada 26 de marzo se conmemora el Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino. La Organización Mundial de la Salud (OMS) registra que este es “el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, con una incidencia estimada en 604.000 nuevos casos y 342.000 muertes” al año. Esta enfermedad es causada por el crecimiento descontrolado de las células del cuello del útero, y “tiene su origen en una infección persistente por el Virus del Papiloma Humano (VPH), que es una infección común de transmisión sexual que puede afectar a la piel, la zona genital y la garganta”. Explican desde la OMS y agregan que este cáncer puede curarse “si se diagnostica y se trata con prontitud”.
Por lo tanto, en esta efeméride, los expertos hacen hincapié en realizar las consultas profesionales a tiempo para abordar correctamente la patología. “Cuando se presentan síntomas o preocupaciones a cualquier edad, la detección precoz seguida de un tratamiento rápido y de calidad puede curar el cáncer de cuello uterino”, dice la OMS.
La OMS advierte que hasta un 95% de los casos de cáncer de cuello uterino se asocian a una infección persistente por el Virus del Papiloma Humano (VPH), que no ha sido debidamente tratada en el tracto genital inferior femenino. Esta patología puede tardar entre 15 y 20 años en desarrollarse en células cancerígenas, pero este período puede reducirse a entre 5 y 10 años en individuos con sistemas inmunológicos comprometidos, como aquellos que padecen de VIH sin tratamiento.
Entre los factores de riesgo se encuentran el grado de ecogenicidad del tipo de VPH, la presencia de otras infecciones de transmisión sexual, un primer embarazo a una edad temprana, el uso de anticonceptivos hormonales y el tabaquismo, de acuerdo a la OMS.
En tanto, los expertos de Mayo Clinic postulan: “Cuando empieza, el cáncer del cuello del útero puede no presentar ningún síntoma. A medida que avanza puede causar signos y síntomas como sangrado vaginal después de las relaciones sexuales, entre períodos menstruales o después de la menopausia; sangrado menstrual más abundante y de mayor duración de lo habitual; flujo vaginal acuoso y con sangre que puede ser abundante y tener un olor fétido; dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales”.
La detección temprana de las células anormales o de la presencia del VPH ayuda a prevenir el desarrollo del cáncer de cuello uterino. Dentro de los distintos métodos de diagnóstico es importante distinguir entre el Papanicolau (PAP), que detecta las variaciones celulares que genera el VPH y que se recomienda a partir de los 3 años de iniciadas las relaciones sexuales; la colposcopía, que permite visualizar las alteraciones que genera el virus en el tejido del cuello uterino; y el test de VPH, que detecta la presencia de infección por genotipos de VPH capaces de causar lesiones precancerosas.
En tanto, las pruebas de VPH tienen una alta sensibilidad y son efectivas para detectar mujeres en riesgo de tener lesiones precancerosas. El test de VPH es muy sencillo: se extrae una muestra de las células del cuello uterino que luego se envía al laboratorio. Allí, la técnica de PCR en tiempo real permite detectar la presencia y los genotipos de VPH de alto riesgo. Esta identificación ayuda al médico a tomar una mejor decisión de seguimiento y/o tratamiento, según corresponda.
Actualmente, es posible además realizarse una auto toma de la muestra para análisis de VPH, a través de este método, es la mujer quien toma su propia muestra vaginal, en lugar de que lo haga un médico; lo que posibilita que más pacientes accedan al tamizaje para la prevención del cáncer cervicouterino ya que elimina dificultades en el acceso a la atención clínica como barreras geográficas, culturales o religiosas, y alivia la saturación de las consultas en los servicios de salud.
Según los últimos datos de OMS publicados de 2020 las muertes causadas por Cáncer de cuello uterino en Guinea Ecuatorial han llegado a 56 (0,59% de todas las muertes). La tasa de mortalidad por edad es de 18,15 por 100,000 de población. Guinea Ecuatorial ocupa el lugar número 43 en el mundo.
El 21 de abril de 2017 se inauguró el Rincón de Detección y Tratamiento del Cáncer Cervicouterino (CCST) en el Hospital Regional de Malabo en la isla de Bioko, Guinea Ecuatorial. Se celebró una ceremonia oficial con la participación de dignatarios nacionales e internacionales y los financiadores del Proyecto de Detección y Tratamiento del Cáncer Cervical de Guinea Ecuatorial del MCDI, Noble Energy. El Secretario de Estado del Ministerio de Sanidad y Bienestar Social, Dr. Daniel Ángel Sima, inauguró oficialmente el consultorio. Esta zona del hospital sirve como centro integral de detección y tratamiento para las mujeres de Malabo con el fin de ayudar a prevenir y combatir el cáncer de cuello uterino.