Como los últimos dos años, el pueblo de Rebola amanece hoy 20 de mayo de 2022 lluvioso. Mientras tanto en el rohia de Bisila, todo está listo para comenzar con un ritual de muchos años de historia y varias generaciones vistas que se celebra todos los años.
Marina, una joven de 20 años, asegura que participará por primera vez en esta aventura “estoy muy nerviosa. En varias ocasiones he oído hablar del Bötói y no he podido asistir, pero este año me toca. No sé lo que me voy a encontrar, pero sé que voy a disfrutar”, asegura en bubi, su lengua materna.
A todos los que participan en el ritual se les recuerda las normas de todos los años: no haber mantenido relaciones sexuales la noche anterior, ungirse tola antes de partir al mar, atarse un löhiri (berenjena) en la cintura con una cuerda de lokori, ir en grupos y regresar en fila de uno, evitando adelantar, cambiar de sitio y volver la mirada hacia atrás durante el trayecto.
Los grupos de personas emprenden su viaje al mar a pedir a Bisila, la fertilidad de la tierra para obtener de ella abundantes cosechas para abastecer al pueblo, así como fertilidad en las mujeres para asegurar la supervivencia del pueblo.
La gente acampa esperando a todos los participantes y a la bajada de la marea hasta que se comienza con los procedimientos siguientes. La fiesta del Bötói es una manera de mostrar gratitud por todo lo que ofrece Bisila al pueblo así, rindiéndola tributos todos los 20 de mayo.