«El error más grande que he cometido en mi vida es la mala gestión que hice para que Microsoft no sea lo que Android es ahora», confesaba en junio del año pasado Bill Gates, fundador de la que hoy es una de las empresas más importantes del mundo, que hacía público así una de sus grandes equivocaciones profesionales a las que sumaba otras que tampoco le avergonzaban. Y es que hasta los grandes líderes cometen errores a lo largo de su vida, pero reconocerlo y extraer alguna lección es lo que diferencia a un líder bueno de uno que no lo es. «Gates ha aprendido, y mucho, en su trayectoria. Pero ahora que está a punto de cumplir 65 años ejecuta perfectamente seis comportamientos que son clave en el liderazgo. Nos enseña con su ejemplo el arte de servir a la sociedad como líder», asegura Marta Williams. La estadounidense, que se formó junto a dos de los grandes gurús del management, Peter Drucker y Marshall Goldsmith, es pionera del coaching en España y participará hoy en Hay Festival de Segovia 2020.
Pero, ¿cuáles son esas seis formas de actuar que hacen de Gates un ejemplo? «La gente se pregunta cómo hemos llegado hasta aquí, que hemos hecho mal para merecer lo que ahora nos está pasando. Muchos dirigentes, políticos, empresarios o altos directivos han olvidado liderar con honradez. Si pierden ese horizonte, nuestro mundo colapsará», contesta Williams, que establece los seis comportamientos que debe tener un líder.
Escucha más, habla menos. Para esta gurú de la gestión, CEO de Amazing Leadership Associates, sólo aquellos que están dispuestos a escuchar a los demás pueden tomar decisiones de forma correcta.»Como dice el título de la canción Listen more, talk less, de la obra de teatro de Broadway Hamilton, sólo puedes tomar excelentes decisiones si escuchas cuidadosamente», asegura Williams, que añade una broma esclarecedora: «Al fin y al cabo tenemos dos orejas y sólo una boca».
Busca el equilibrio. «No se puede liderar adecuadamente si no se encuentra un balance entre la vida profesional, familiar, personal y espiritual», afirma Williams, que lamenta que algunos líderes crean que su vida familiar debe pasar a un segundo plano cuando asumen retos profesionales. «No dejes que tu carrera te haga abandonar todo lo demás», recomienda ella habitualmente a los líderes que pasan por sus cursos.
Sé íntegro y no engañes. Para Williams, éste es uno de los grandes males de la sociedad, que acepta la mentira como parte del juego. «¡No mientas nunca! ¡Punto!», enfatiza esta gurú del liderazgo, que nació en Washington, pero que desde 1992 reside en España donde ha puesto en práctica muchas de las lecciones que aprendió de Drucker, entre ellas que «el líder debe hacer productivas las fortalezas y conocimientos de cada persona que está en su equipo».
Equidad, educación y justicia. Parece de sentido común y reglas suficientes para tratar a cualquier persona, pero Williams insiste en que es la forma de tratar a los profesionales que integren su equipo. «Todo el mundo quiere y merece ser tratado justamente y con respeto».
Amable, hasta en el desacuerdo. «Siempre hay momentos donde no estamos de acuerdo con otros, pero eso no significa ser desagradables cuando no hay acuerdo», señala Williams, que establece también una regla de puro sentido común.
Reconocimiento y disciplina. Ambos son necesarios para liderar un equipo y salirse de esa norma básica le hará caer como líder. «Sin lugar a dudas».