La Unión Europea abrió este martes las negociaciones de adhesión con Albania y Macedonia del Norte, dos países bloqueados en la antecámara de la UE desde hace 8 y 17 años, respectivamente, aunque el proceso se anuncia largo y complicado antes de un posible ingreso.
Ambos países se unen a Serbia y Montenegro, otras naciones de los Balcanes Occidentales que negocian su adhesión a la UE, y serán llamados a formar parte de la comunidad política europea, un marco propuesto a la espera de una mayor ampliación.
«Es un momento histórico», subrayó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una rueda de prensa en Bruselas junto a los mandatarios de Albania y Macedonia del Norte.
«Es lo que sus ciudadanos han esperado tanto tiempo y (…) es lo que merecen», agregó. Macedonia del Norte es candidata desde 2005 y Albania desde 2014.
«Esto no es el principio del fin, sino el fin del principio», dijo el primer ministro albanés Edi Rama, parafraseando al ex dirigente británico Winston Churchill, para hacer hincapié en las muchas dificultades que deben superar aún los dos candidatos.
Los 27 países de la Unión Europea acordaron el lunes la apertura de las negociaciones, al día siguiente de la firma de un protocolo entre Macedonia del Norte y Bulgaria que levantó los últimos obstáculos.
Skopie ya había puesto fin a una disputa con Grecia en 2018 al aceptar el cambio de su nombre, lo que le abrió la puerta de entrada a la OTAN. Pero la de la UE seguía cerrada debido a un veto de Bulgaria por cuestiones históricas y culturales.
La posición de Bulgaria impedía también el inicio de las negociaciones con Albania, que la UE vinculó a las de Macedonia del Norte.
– «Nuevo comienzo» –
Se trataba de «una situación absurda», denunció Rama, quien agradeció a su homólogo francés Emmanuel Macron por su compromiso para impulsar el proceso durante el primer semestre del año al frente del Consejo de Europa.
Este es un «nuevo comienzo» para la región de los Balcanes Occidentales y «será sinónimo de prosperidad y progreso», aseguró el primer ministro macedonio, Dimitar Kovacevski.
«Con la guerra (en Ucrania) es muy importante que consigamos seguir uniendo a nuestra familia europea», señaló la secretaria de Estado francés encargada de Europa, Laurence Boone.
Su homóloga alemana, Anna Lührmann, indicó que «los próximos etapas se abrirán tan pronto como se adopten los cambios constitucionales» en Macedonia del Norte.
Como parte de su acuerdo, Skopie se ha comprometido a modificar la Carta Magna, una ambición que, sin embargo, resulta espinosa.
El acuerdo con Bulgaria permitirá, entre otras cosas, que el macedonio se convierta en una de las lenguas oficiales de la UE.
Las negociaciones para ingresar en la Unión serán largas y la adhesión deberá ser ratificada por los 27 miembros de la UE, incluso mediante referéndum en algunos Estados.
Los solicitantes deben asumir las obligaciones de la membresía y tener una economía de mercado en funcionamiento capaz de hacer frente a la presión competitiva dentro de la UE.
Otros dos países de los Balcanes negocian su adhesión a la UE: Serbia desde 2014 y Montenegro desde 2012.
Turquía lleva negociando desde 1999, pero las conversaciones están «estancadas» desde 2019 debido a la deriva autocrática del presidente Recep Tayyip Erdogan y a las disputas diplomáticas con Grecia y otros Estados miembros.