¡Hermosa! Exclaman a Guinea Ecuatorial todas las personas que la visitan; eso, desde sus descubridores en el siglo XV hasta nuestros días. Y, verdaderamente lo es, pero no porque tenga grandes ciudades y grandes infraestructuras, sino por su bella y rica naturaleza. Antes de la independencia, su excelente producción agrícola le hacía ser llamado, país rico y sobresaliente en África. En Guinea Ecuatorial no existía el problema de paro ni la delincuencia, tanto en las ciudades como en el medio rural.
La historia intervino muy mal en los primeros 11 años de independencia; un Régimen destructor arruinó la economía y todos los sectores dejaron el país en caos total. En la última década del siglo pasado, y en la primera década del presente, gracias al subsuelo rico que tiene el país, se ha llegado a explotar el petróleo y gas, y de ello, Guinea Ecuatorial ha vuelto a ser un país resonante, no solo en su continente, sino en todo el planeta. El país ha conocido un avance progresivo en diversos sectores, pero no en el sector del campo. La producción agrícola está muy decaída. El éxodo rural se está acelerando a toda velocidad. Las fincas rústicas se han convertido en selvas. Los patios agrícolas están destruidos. El sector del campo está en los suelos.
Siguiendo las noticias en los medios informativos nacionales, la población rural estima que, ahora el ministerio de Hacienda, Planificación y Desarrollo Económico, y el ministerio de Agricultura, Ganadería, Bosques y Medio Ambiente están dirigidos por cuadros competentes y jóvenes dinámicos, ya que la Prensa Nacional informa mucho de sus actividades. Las reuniones separadas del día a día con instituciones y organismos internacionales (Banco de Desarrollo de los Estados de África Central; la empresa Kepler; el Proyecto FAT-PARCHPRI; el Banco Atlantic Financial Group; Eximbank China; el Grupo BGFI Bank; Fondo Monetario Internacional etc. La participación en las conferencias y reuniones internacionales, así como los viajes de Alto Nivel hacia el exterior –a países industrializados-, ya que en todas estas actividades se informa que sus objetivos es tratar de financiar la creación de nuevos proyectos, y de apoyar, acompañar y acelerar más los proyectos en ejecución en el país. También se informa de las invitaciones que el Gobierno hace a empresas de países industrializados para invertir en nuestra nación, para la industrialización y el desarrollo de nuestro hermoso país.
Desgraciadamente, los campesinos contemplan los cambios de desarrollo que viven los otros sectores: Asuntos Sociales, Educación, Juventud y Deportes, Energías Renovables, Cultura y Turismo, Nuevas Tecnologías de Información, Sanidad, Obras Públicas, Viviendas y Urbanismo… Pero, el decaído sector agrícola nada. Eh ahí que, la población campesina agrícola se siente olvidada, siendo que nuestro país presenta inmensas posibilidades y facilidades, para desarrollarse en la agricultura y ganadería.
No nos descuidemos del sector del campo, es el primer sector que debemos atender para su desarrollo. El sector creador. El eje donde giran todos los demás sectores, para el progreso y el bien de la humanidad. El sector «pan nuestro de cada día». En el campo no se trabaja con teoría, sino con la práctica. La juventud del medio rural desea del Gobierno, que al igual que están las empresas comerciales, constructoras o petrolíferas en el país, que también inviertan las empresas agrícolas y ganaderas, para la reconstrucción de patios agrícolas y la creación de granjas en diversas zonas rurales.
El país tiene cuadros y técnicos especializados en dicha materia; ingenieros agrónomos formados en diferentes Universidades, jóvenes graduados en las Escuelas de Capacitación Agraria de Malabo y Bata; ellos se quejan, ya que después de haber terminado sus estudios, están en paro, cuando deberían estar ejerciendo, dirigiendo las granjas que se pueden crear en el país. Se dice que en nuestro planeta hay ciudades con más de 5 millones de habitantes, y se dice también que nuestro país tiene 1 millón y fracción de habitantes, lo que hace saber que todos nosotros –ecuatoguineanos-, podemos formar y vivir en una sola ciudad. Y, si todos tomamos la decisión de vivir en la ciudad ¿Cómo viviremos entonces?
La creación de granjas estables de gran extensión, sean estatales o privadas harían a los jóvenes campesinos beneficiarse de puestos de empleo, viviendo en sus queridas aldeas haciendo también que la masa de vagos que deambulan en las ciudades retrocedan al campo, incluso los extranjeros se meterían voluntariamente al campo para mejorar sus aspiraciones de vida. Con todo esto, el sector del campo viviría un desarrollo y progreso. La producción agrícola nacional sería excelente. El éxodo rural frenaría y el problema de paro desaparecería en el país.
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