Hace algunas décadas, mientras el mundo se dedicaba a desarrollar nuevas tecnologías, África dormitaba y se quedaba rezagada en el universo analógico. Ahora el continente avanza a buen paso y está haciendo su propia revolución en el terreno de los progresos tecnológicos, al tiempo que intenta ponerse a la altura del resto.
Utilizando sus conocimientos técnicos, los ingenieros africanos crean respuestas innovadoras a las necesidades y las dinámicas específicas del continente. Es lo que denominan Africans for Africa (africanos para África). Estas innovaciones están aportando soluciones diversas a los problemas concretos de cada lugar. Entre ellas se encuentran el desarrollo de programas que conectan a los trabajadores con los empresarios, la prestación de servicios públicos, la oferta de servicios de taxi, la gestión de seguros o las novedades en la atención médica, por citar algunas.
En Kenia, por ejemplo, el servicio móvil de pago M-Pesa ha revolucionado la asistencia que presta la tecnología móvil a millones de personas al dar acceso a los servicios bancarios a gran parte de la población, se encuentre donde se encuentre. Las innovaciones locales han catapultado al país al tercer puesto en el Índice de Innovación Global (GII, por sus siglas en inglés) 2018 dentro de África subsahariana, por detrás de Sudáfrica y Mauricio, y al puesto 80 a escala mundial.
Así, en el terreno de la tecnología, en Kenia existen numerosas oportunidades para convertir el país en proveedor de soluciones al más alto nivel. Para ello hay que proporcionar los medios necesarios a los jóvenes inventores actuales y futuros. Estos, a su vez, darán soluciones a problemas locales que serán aplicables también al resto del continente y, con el tiempo, a todo el mundo.
Janet Maingi, directora de Andela Kenia en su despacho
Catherine Kimani, ingeniera de software de Andela, empresa dedicada a identificar y promover el talento en el campo del desarrollo de programa, está de acuerdo en que los jóvenes programadores pueden crear soluciones para África si se les anima a utilizar sus capacidades y su inteligencia. Kimani trabaja a tiempo completo en esta compañía. Es licenciada en Ingeniería Informática por la Universidad Keniata con excelentes calificaciones y ha sido la creadora del denominado Growth Enhancement Scheme (programa para el aumento del crecimiento), un software que ayuda a los agricultores a comprar semillas al Gobierno, actualmente en uso en Nigeria. «Andela abrió una convocatoria. Me presenté, me aceptaron, hice la formación y me licencié como ingeniera superior. Ahora correspondo dando orientación a los jóvenes ingenieros», cuenta.
Andela es una empresa tecnológica que busca ingenieros de software y les proporciona los medios necesarios. A su vez, estos hacen frente a los desafíos tecnológicos a escala mundial a través de equipos de ingeniería repartidos por diversos sectores con el fin de crear soluciones para empresas concretas. «En África hay mucho talento sin explotar. Si se impulsa y se aplica, podría ser la clave para facilitar recursos a los países en desarrollo. África necesita urgentemente resolver los problemas reales a los que se enfrentan los africanos y el mundo en general», reflexiona Janet Maingi, directora de la compañía en Kenia.
Según Maingi, Kenia representa la vanguardia de la innovación tecnológica en el continente, lo cual constituye un motivo no solo para contratar a ingenieros de programas que desarrollen productos novedosos, sino también para formar a líderes del sector deseosos de influir en su entorno.
Andela se presentó por primera vez en Nigeria en 2014. Luego se expandió abriendo una convocatoria de solicitudes en otros países africanos. Kenia emergió con 1.200 candidaturas, muestra del potencial tecnológico del país. A la pregunta de cómo funciona el programa, Maingi responde: «Inicialmente, los solicitantes de las becas pasan por una entrevista intensiva antes de que se les ofrezca un contrato para convertirse en empleados a tiempo completo. A medida que avanzan en el programa, también progresan en su carrera profesional, y pasan de principiantes a ingenieros de software superiores. Para 2019 hemos cambiado nuestro centro de atención, que ahora incluye la contratación de ingenieros expertos. El objetivo de Andela es acelerar el desarrollo de los mejores talentos de África en el propio continente con el fin de dar respuesta a la demanda mundial de grandes ingenieros».
Desde su fundación, la empresa se ha expandido a otras ciudades, entre ellas Kampala, Kigali, San Francisco y Nueva York. «Recibimos más de 140.000 solicitudes para el programa de becas de Andela y contratamos a más de 1.300 ingenieros de software. Actualmente, todos ellos son empleados de la empresa», explica Maingi.
Los ingenieros de programas trabajan a tiempo completo como miembros en plantilla repartidos por diferentes empresas tecnológicas líderes de todo el mundo ayudando a resolver los problemas de codificación. Con sus 400 ingenieros de software, Andela es una de las empresas kenianas con mayor número de especialistas del sector.
«Nuestros expertos trabajan a distancia con cientos de empresas asociadas de todo el mundo y también desempeñan un importante papel en los entornos locales. Actualmente tenemos más de 200 clientes que pagan por tener acceso a nuestros ingenieros. Algunos de nuestros socios son Safaricom. Github, Invision, Viacom y Skillshare», continúa la ingeniera.
Añade que es una empresa respaldada por capital riesgo. En enero de este año, la compañía cerró una ronda de financiación de 100 millones de dólares, lo cual elevó sus fondos de riesgo a un total de 180 millones. A lo largo de los últimos cinco años, Andela ha atraído a inversores como Generation Investment Management, Chan Zuckerberg Initiative, Serena Ventures, Google Ventures y Spark Capital.
La compañía también ha formado equipo con empresas tecnológicas como Google, Udacity y Pluralsight para proporcionar recursos didácticos a los aspirantes a ingenieros de software a través de la Comunidad de Aprendizaje Andela (ALC, por sus siglas en inglés). Los alumnos que han pasado por ALC han desarrollado sus propias aplicaciones, han sido contratados por Andela u otras empresas y han progresado en su trayectoria profesional, entre otros logros. El programa ALC ha dotado de recursos a 33.000 personas de 17 países africanos.
La creadora de programas Catherine Kimani cuenta su experiencia en Andela
El mayor reto al que se enfrentan es la creciente demanda de desarrolladores de programas con experiencia, pero Maingi se apresura a responder que la empresa no para de innovar y adoptar estrategias que le permiten atraer a los talentos apropiados dentro del continente, y añade: «Dado que podemos contactar con personas con capacidades increíbles, Andela está en condiciones de ofrecer profesionales y tecnología para alimentar equipos de alto rendimientos y ayudar a las empresas a adoptar más rápidamente el modelo distribuido».
Durante un debate abierto celebrado en las oficinas de Nairobi dentro de la campaña Software Engineers to the Power of X, Maingi reconoció que en Kenia existen numerosas empresas de innovación tecnológica, pero se lamentó de que muchas de ellas fracasasen a pesar de que el país dispone de gran número de incubadoras, entre ellas, I Hub, Nailab, IBizAfrica, CD4Lab, M-Lab o Biz Africa.
«Para garantizar que las empresas emergentes sean sostenibles tenemos que asegurarnos de que están bien preparadas y formadas, y desarrollar colaboraciones con ellas antes de que entren en el mercado «, reflexiona Maingi. Según explica, en su empresa los solicitantes no solo tienen que ser expertos en tecnología, sino también sentir pasión por lo que quieren hacer. «Para nosotros, es la clave. Animamos a todas las personas que piensen que pueden tener soluciones a problemas locales a que consulten nuestras fechas de contratación», insta.
Sobre el futuro, la directora declara que el objetivo de la empresa es incrementar las capacidades del continente en relación con la ingeniería de programas. «Actualmente estamos contratando a ingenieros medios y superiores. Vivimos un momento emocionante en el que tenemos que aumentar nuestras operaciones, ya que la demanda de profesionales de la tecnología, especialmente de aquellos con experiencia, crece muy deprisa», concluye.