La Labzone es el espacio creativo para todos los jóvenes ilusionados con desarrollar proyectos e ideas que tengan un impacto positivo en África y en el mundo.
En un tiempo récord, los concursantes deben desarrollar sus ideas siguiendo unas temáticas predefinidas.
Las salas de Malabo y Bata están desde el viernes preparadas para recibir a los makers. En la cara de los concursantes se perciben los nervios y la ilusión por desarrollar proyectos e ideas que puedan contribuir en la sociedad con un impacto positivo.
Con más de 100 inscripciones a nivel nacional y considerando las inscripciones internacionales, este año la competición se divide en tres temáticas: manejo de catástrofes, desastres y emergencias, impacto medioambiental, y Agritech. Cada uno de ellos con un premio de 5.000 Euros.
Máquinas disecadoras de alimentos o incubadoras para la conservación de alimentos son algunos de los inventos que los concursantes en los cuales los concursantes están trabajando a fin de cubrir, de la mejor manera posible, las necesidades detectadas en Agritech.
Algunos concursantes entrevistados por este periódico, han explicado que, a pesar del poco tiempo del que disponen, van a dar todo de su parte para que sus proyectos sean de los mejores. “Lo primero es estudiar todas la tecnologías, y saber qué elementos vamos a necesitar”.
Uno de los requisitos impuestos por la organización es que los proyectos de makehathon deben desarrollarse en las instalaciones del TEG Campus, es decir los concursantes deben venir con la idea y desarrollar el proyecto en el laboratorio.
Los concursantes tienen a disposición un equipo de ingenieros que les asesoran en todo momento en la elaboración de sus proyectos.