En los últimos años, una de las dietas que más se ha puesto de moda es la dieta alcalina, un método que tiene como objetivo alcalinizar nuestro organismo teniendo en cuenta el pH de los alimentos. Muchísimas celebrities han seguido este tipo de alimentación y, por ello, se ha convertido en una de las dietas más seguidas; sin embargo, la comunidad médica no está del todo de acuerdo con las bases de esta dieta y cuestionan su fundamento.
En este artículo queremos analizar qué es la dieta alcalina y qué alimentos incluye para que conozcas en qué consiste este tipo de alimentación tan popular.
¿Qué es la dieta alcalina?
La dieta alcalina es un tipo de alimentación que se basa en la creencia de que algunas enfermedades se desarrollan por tener un pH bajo en el organismo. Por tanto, si alcalinizamos el cuerpo, es decir, aumentamos el pH conseguiremos contar con un organismo más fuerte y protegido.
Según los fundamentos de esta dieta, esta alcalinización se puede lograr gracias a la dieta que llevemos a cabo. Y, por ello, se distinguen los alimentos según los que son alcalinos y los que son acidificantes. En general, la dieta alcalina apuesta por consumir un tipo de alimentación que incluya el 80% de alimentos alcalinizantes y un 20% de alimentos neutros o ligeramente acidificantes.
Sin embargo, nutricionistas como Aitor Sánchez García, autor del libro “Mi dieta cojea”, pone en duda la veracidad que defiende esta dieta. Según indica, no se ha comprobado que los alimentos alcalinos puedan reducir el riesgo a padecer enfermedades y, por tanto, la dieta no cuenta con fundamento científico real. Además, afirma que el cuerpo es el encargado de regular el pH del organismo y que esto no se puede cambiar mediante la alimentación.
¿Cuándo seguir la dieta alcalina?
Las personas que han probado la dieta alcalina afirman que han experimentado importantes beneficios en su salud. De hecho, sus efectos positivos en el organismo han hecho que muchas personas se animen a probar dicha dieta que incluye alimentos saludables y equilibrados.
Algunos de los beneficios que te aportará la dieta alcalina son:
• Mejora el rendimiento deportivo, ya que es una alimentación muy nutritiva y depurativa.
• Digestiones más livianas. La dieta se basa en el consumo de verduras y hortalizas, ingredientes que cuentan con fibra y enzimas digestivas que mejorarán los procesos estomacales.
• Mayor energía. También es una dieta recomendada para personas que quieran tener más vitalidad en su día a día. El motivo es que la alimentación está inspirada en aumentar el consumo de alimentos nutritivos y ricos en vitaminas y minerales esenciales.
• Depuración del organismo. Gracias a los alimentos diuréticos y ricos en fibra, este tipo de dieta consigue eliminar los residuos y toxinas acumuladas.
¿Cómo llevar a cabo una dieta alcalina?
Para empezar a hacer la dieta alcalina, lo primero es que conozcas los alimentos que son acidificantes así como los que son alcalinos; de esta forma, podrás empezar a diseñar tu dieta y elaborarla según tus gustos y preferencias.
Lo esencial de esta dieta es que el 80% de tu alimentación sea alcalina y que el resto cuente con alimentos con poca acidez o neutros y que nos ayuden a equilibrar el pH del organismo. Además de esto, se recomienda la práctica de ejercicio físico para contar con un óptimo estado de salud y unos hábitos de vida saludables.
Alimentos permitidos en la dieta alcalina
Como ya hemos comentado, la dieta alcalina distribuye los grupos de alimentos en acidificantes y alcalinizantes. Aquí te dejamos un resumen con estos alimentos para que puedas empezar a diseñar tu dieta:
• Alimentos alcalinos: hortalizas verdes, plátanos, aguacate, almendras, patata, algas, zanahoria, leche, etcétera.
• Alimentos ácidos: frutas cítricas, hortalizas ácidas, frutas dulces, yogur, vinagre, miel, carne roja, huevos, pescado y mariscos, alcohol, setas, etc.
Estos son solo algunos de los alimentos más comunes, sin embargo, todos los grupos de alimentos pueden clasificarse teniendo en cuenta estas premisas. De todas formas, es importante que consultes con un médico antes de hacer cualquier cambio en tu dieta. Recuerda que somos lo que comemos y, por tanto, debemos ir con mucho cuidado a la hora de seleccionar los ingredientes que formarán parte de nuestra alimentación.