INEGE explica que ese fenómeno se debe a la menor caída inter anual del PIB petrolero en 2017, que fue de -6,4%, frente a -8,2% de 2016, por el aumento del volumen de las exportaciones de gases derivados de petróleo en 2017, con respecto a las del 2016 (metanol +2,8%; prppano+8,4%; butano +9,1% y LNG + 10,7%).
Por otro lado, se produjo una mejoría en la evolución inter anual del PIB no petrolero, que fue de -4,3%, frente al -8,2% de 2016, como resultado de recuperación de ciertas actividades económicas, entre ellas: la Construcción (-25,4% frente al -39,1% de 2016), hoteles y restaurantes (-9,4% frente al -16,7% de 2016) y administración pública (+0,4%, frente al -4,0% en 2016). No obstante, se destacan que el crecimiento de otras ramas de actividades desaceleró en 2017, como es el caso de transporte y telecomunicaciones (-5,6%, frente al -1,1% de 2016), otras actividades sociales privadas (-8,2%, frente al 2,22% de 2016), actividades financieras (-12,2%, frente al -1,5% de 2016), comercio (-13,4%, frente al -10,4% de 2016) y silvicultura y explotación forestal (-19,2 %, frente al -9,5% de2016).
La mejoría de los precios internacionales de hidrocarburos, permitió al gobierno aumentar sus ingresos petroleros en un 14,8%, conduciendo a una disminución menos drástica de las inversiones públicas (-7,7%, frente al -45, 9% de 2016); coyuntura internacional que incentivó las exportaciones de gases derivados del petróleo, permitiendo así, la recuperación de las exportaciones totales, que pasaron de -9% en 2016 a -3,8% en 2017, a pesar de la caída de las exportaciones de crudo (-15,2%). El aumento de las importaciones (+8,3%), combinada con la variación de las exportaciones, agravó las exportaciones netas en un 14,9%, frente al -1,0% de 2016, cuyo impacto negativo sobre el crecimiento del PIB fue mitigado por el crecimiento del consumo final de los hogares (+3,4%) y la de la administración pública (+0,4%) en 2017.
En este mismo Informe, INEGE ha actualizado las estimaciones de crecimiento económico de los años 2018 y 2019, en ellas se aprecia que la economía de Guinea Ecuatorial continuó su ritmo de desaceleración, donde el PIB experimentó una caída de 6,4% y 5,6% respectivamente; el PIB petrolero cayó en un 12,4% y 9,5% respectivamente en los años de referencia. Sin embargo, la tasa de crecimiento del PIB no petrolero se estima en un 2,6% y -0,9% respectivamente en el mismo periodo.
Para el año 2020, debido a los efectos negativos de la pandemia Covid-19 en la economía de Guinea Ecuatorial, INEGE, bajo un estudio realizado, prevé un decrecimiento del PIB de 5,8% en un escenario optimista; donde el PIB petrolero se situaría en un -7,2%, y el PIB no petrolero en un -4,7%. En un escenario pesimista, la tasa de crecimiento del PIB se situaría en -8,9%, donde el PIB petróleo caería en 12,5% y el PIB no petrolero lo haría en 5,3%.