Ocurrió el fin de semana en Portimao (Portugal), en la que era la primera carrera del curso del Campeonato Europeo de la FIA Karting Championship. Tras una prueba más que disputada, el joven Artem Severiukhin consiguió superar a todos los rivales en pista para lograr un triunfo más que merecido. Pero el problema llegó en el podio.
Artem Severiukhin es un piloto ruso de 15 años, pero, por las sanciones impuestas por la guerra de Ucrania, no puede representar a su país, por lo que compite bajo la bandera italiana. Tras conseguir la victoria, por delante de Joey Turner y de Oscar Pedersen, su compañero de equipo, mostraba su felicidad entre risas. Comenzó a sonar el himno italiano en su honor, por el triunfo, momento en el que tuvo lugar un gesto que ha dado la vuelta al mundo.
Tras golpearse el pecho en un par de ocasiones, no dudó en hacer el saludo nazi a la grada, mientras se reía con gran complicidad con sus familiares y amigos, que celebraban la victoria con él. La imagen no tardó en dar la vuelta al mundo y ha dado lugar a que la propia FIA haya anunciado que inicia una investigación. El objetivo es tratar de saber qué pasó realmente en el podio, por qué realizó esa acción y estudiar si el piloto debe de ser sancionado por ello.
«La FIA confirma que ha iniciado una investigación inmediata sobre la conducta inaceptable del Sr. Artem Severiukhin en la categoría OK, durante la Ronda 1 del Campeonato Europeo de Karting FIA 2022 en el Kartódromo Internacional do Algarve en Portugal. La FIA comunicará en breve los pasos adicionales que se tomarán en este caso», ha anunciado la FIA a través de un comunicado.
Pero, además, el piloto ha creado otro problema con su equipo por el gesto. Y es que Ward Racing, el equipo sueco para el que compite, no tardó en mostrar su repulsa por la acción: «Condenamos lo sucedido en los términos más enérgicos posibles. Las acciones de Artem Severiukhin fueron exclusivamente individuales y no representan los puntos de vista ni los valores de Ward Racing de ninguna manera. Por el contrario, condenamos la invasión rusa de Ucrania y expresa su solidaridad con las personas que sufren a causa de este ataque espantoso y no provocado».
Además, el equipo ha anunciado que rompe su contrato con el piloto: «Es una manifestación de comportamiento antideportivo, una violación inaceptable del código ético y moral deportivo. Con esta declaración, Ward Racing expresa su opinión, así como la opinión de todos los atletas y el personal del equipo Ward Racing. Así, no vemos ninguna posibilidad de continuar la cooperación con Artem Severyukhin y procederemos a rescindir su contrato», afirma el comunicado.
La polémica está servida, especialmente por las connotaciones políticas que tiene el hecho: un piloto ruso, en un equipo sueco, decide hacer un saludo nazi mientras suena el himno de Italia. Las reacciones no se han hecho esperar y tanto la FIA como Ward Racing han decidido actuar rápidamente para evitar que esta situación se pueda repetir. Poco después, el piloto ha pedido disculpas: «Estoy preparado para que me sancionen». Un mal ejemplo para los más jóvenes.
