Bruselas será a partir de hoy jueves y durante 48 horas el epicentro de la diplomacia mundial. Justo cuando se cumple un mes de la invasión rusa en Ucrania, la OTAN, el G-7 y el Consejo Europeo se reúnen para tomar nuevas medidas frente a Rusia y su presidente, Vladímir Putin.
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha defendido antes del encuentro seguir enviando armas a Ucrania. “Es lo más importante. Todo se decidirá en los próximos quince días”, ha subrayado.
Por su parte, el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, ha asegurado que Putin ha cometido “un gran error” y ha llamado a los socios a cerrar filas: “Estaremos seguros mientras permanezcamos unidos”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó ayer miércoles a la capital belga, donde reforzará el apoyo de su país a los líderes europeos.
También estará presente telemáticamente en las tres citas el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Las “históricas” cumbres buscarán pactar medidas en materia de energía, seguridad y defensa europeas.
En Ucrania, la crisis humanitaria es demoledora tras 29 días de guerra, mientras que el Kremlin no ha logrado el fácil paseo militar que esperaba.
Más de diez millones de personas, una de cada cuatro en el país, han tenido que abandonar sus hogares. De ellas, 3,6 millones se han refugiado en el extranjero. Grandes ciudades han sido golpeadas sin piedad. Mariúpol, en el sudeste, con especial saña, donde permanecen atrapados 100.000 de sus 450.000 habitantes, pero también en otras como Járkov o Kiev.
Hoy jueves, Ucrania ha asegurado haber hundido un buque militar ruso atracado en el puerto ocupado de Berdiansk (sudeste).
El Reino Unido subraya, en su último informe de inteligencia, que el ejército ruso ha sufrido miles de bajas y cree que las suplirá con reservistas, reclutas y mercenarios. Esta noche, Zelenski ha celebrado la resistencia de su país: “El plan de Rusia ha fracasado”.
Estados Unidos acusa formalmente a Rusia de crímenes de guerra
Primero fue, la semana pasada, algo que pareció un desliz de Joe Biden. Luego, una declaración meditada ante la prensa del secretario de Estado, Antony Blinken. Y ayer miércoles llegó la acusación oficial: Estados Unidos considera que Rusia ha cometido “crímenes de guerra”. Así lo ha hecho saber Blinken en un comunicado. “Hoy puedo anunciar que, basándonos en la información actualmente disponible, el Gobierno de Estados Unidos entiende que miembros de las fuerzas rusas han cometido crímenes de guerra en Ucrania”.
El anuncio ha llegado mientras Biden se encontraba viajando a Bruselas, donde participa hoy jueves en una cumbre extraordinaria de la OTAN y otra del G-7, para tratar la mejor manera de reforzar la alianza para detener a Moscú. También asistirá a un encuentro del Consejo Europeo. El viernes viajará a Varsovia para mantener una reunión bilateral con el presidente polaco, Andrzej Duda.
Esta mañana (hora local), antes de subir al avión presidencial en Washington, Biden ha declarado a la prensa que considera “muy creíble” la opción de que el Ejército ruso emplee armas químicas en el frente ucranio.
“El presidente Vladímir Putin ha desatado una violencia implacable que ha causado muerte y destrucción en todo el país. Hemos visto numerosos informes creíbles de ataques indiscriminados y ataques dirigidos deliberadamente contra civiles, así como otras atrocidades. Las fuerzas rusas han destruido edificios de apartamentos, escuelas, hospitales, infraestructuras críticas, vehículos civiles, centros comerciales y ambulancias. Esos ataques han dejado miles de civiles inocentes muertos o heridos”, continúa el comunicado de Blinken. Muchos de esos lugares estaban identificados como sitios de uso civil, como la maternidad de Mariúpol, o un teatro de la misma ciudad asediada, que “estaba claramente marcado con la palabra ‘niños’ en ruso, con enormes letras visibles desde el cielo”.
Solo en esa ciudad, “hasta el 22 de marzo, las autoridades calculan que han muerto más de 2.400 civiles”, continúa el comunicado. “Sin incluir la devastación de Mariúpol, Naciones Unidas ha confirmado oficialmente más de 2.500 víctimas civiles, entre muertos y heridos, y subraya que el número real es probablemente mayor”.
Blinken denuncia que “las fuerzas de Putin utilizaron estas mismas tácticas en Grozni, en Chechenia, y en Alepo, en Siria, donde intensificaron su bombardeo de las ciudades para romper la voluntad del pueblo”. “Su intento de hacerlo en Ucrania”, añade, “ha vuelto a conmocionar al mundo y, como ha atestiguado sobriamente el presidente Zelenski, “ha bañado al pueblo en sangre y lágrimas”.
“Como ocurre con cualquier presunto delito, un tribunal de justicia con jurisdicción es el responsable último de determinar la responsabilidad penal”, agrega el comunicado. “El Gobierno de Estados Unidos continuará haciendo un seguimiento de las denuncias de crímenes de guerra y compartirá la información que recopile con aliados, socios e instituciones y organizaciones internacionales, según corresponda. Nos comprometemos a perseguir la rendición de cuentas utilizando todas las herramientas disponibles, incluidos los procesos penales”.